Ana: ¿Que se te viene la cabeza cuando te digo Perú?
Beatriz: Familia, amigos y comida.
Ana: Estados Unidos
Beatriz: Nueva vida
Ana: Biología
Beatriz: El inicio
Ana: doctorado
Beatriz: Cansancio, pero pasión. Mucha pasión.
Ana: Migración
Beatriz: Difícil, pero una gran oportunidad
Nació en Baltimore Estados Unidos mientras su papá seguía su doctorado y luego creció en Cusco con su mamá, hermano y abuelos maternos. Durante el colegio se interesó en biología, así que decidió estudiar esa carrera en la Cayetano Heredia. Al terminar siguió una pasantía REPU en la Universidad de Nueva York. En 2018 se casa y se muda con su esposo a Holanda, 9 meses después vuelven a Estados Unidos, donde desde agosto del 2020 es candidata a un doctorado en medicina veterinaria en US Massachusetts, con la prohibición de socializarse en cirugía para animales de compañía. Así también en su busca de promover diversidad e inclusión es tesorera de LDMA Latins Veterinariy Medical Association en TUF. Inventora en una Community College para estudiantes de grupos minoritarios que quieren ser veterinarios a futuro. Hoy hablamos con Beatriz García.
Entrevista
Ana: Hola, Beatriz. Bienvenida a Granadilla Podcast, ¿cómo estás?
Beatriz: Hola, Ana. Muy contenta de estar contigo gracias por invitarme.
Pregunta: 2:33
Ana: No gracias a ti, y gracias a Patricio por pasarnos el dato. En episodios anteriores hemos hablado un poco de REPU, tenemos a peruanas que han hablado de REPU, pero siempre es bueno escuchar al respecto, pero quizá hay personas que recién se unen. Entonces me gustaría que nos cuentes un poco como puedes entrar a REPU, como los estudiantes pueden acceder a esto.
Respuesta: 2:40
Beatriz: Por supuesto. REPU es un grupo de científicos peruanos que se dieron cuenta de lo difícil que es para los estudiantes de pregrado peruano encontrar experiencias de investigación en el extranjero. Se dieron cuenta, entonces una vez que ellos habían logrado acceder un posgrado en el extranjero se juntaron y decidieron formar este tipo de convocatoria anual, en la cual todos los estudiantes de carreras de ciencias están invitados a postular y aquellos que serán elegidos los ponen en contacto con un PIA en un laboratorio de universidades por todo el mundo. Cuando yo postulé, la mayoría era de Estados Unidos, pero estoy segura de que había uno dos que eran en Europa y ahora sé que están, de verdad, por todo el mundo. Te contactan con la universidad, te contacta con el PIA y el PIA te ofrece la oportunidad de hacer una pasantía de investigación de aproximadamente tres meses en su laboratorio, y durante ese tiempo tenemos “journal clubs”, tenemos una reunión al final, donde hablamos acerca de la investigación que hicimos y sobre todo empiezas a formar parte de la comunidad. Una vez que participas como estudiante ya eres para siempre parte de la comunidad.
Ana: Ajá, interesante eso. Ya todos forman parte a largo plazo para ayudarse entre ellos mismos, entiendo yo.
Beatriz: Así es, y por así decirlo, la Junta Directiva, los organizadores todos fueron o son en algún momento estudiantes de REPU o que conocieron algún estudiante de Red Bull. Todos son peruanos, no necesariamente todos han estudiado en Perú, pero la comunidad peruana poquito a poquito se van uniendo y así es que se ha ido expandiendo tanto. Creo que la primera promoción fue una o dos personas que formaron parte y ahora me parece que son como 20, o sea, un montón de gente.
Pregunta: 4:20
Ana: Que buenísimo. Que bueno saber que esas iniciativas siguen creciendo. Y bueno, hablemos un poco de inmigración – porque uno de los episodios anteriores hablamos de que es ser migrante – pues a veces te vas a un nuevo país y el regresarte o el no quedarte no está mal, porque cada uno vive un proceso migratorio diferente. Algunos se regresan, algunos se quedan a largo plazo, algunos fueron un ratito explorar y miran a otro segundo lugar, tercer lugar. En tu caso, tú migraste a Estados Unidos a Holanda y luego decides regresar a Estados Unidos. Entonces me gustaría un poquito que nos cuentes, qué te llevó Holanda, qué te llevó a regresarte a Estados Unidos y cómo fue tu tiempo en Holanda también por supuesto.
Respuesta: 4:54
Beatriz: En verdad, mi inmigración fue casi inesperada porque yo me iba a Nueva York por una pasantía de tres meses. Entonces yo le dije a mi familia: “Vuelvo en tres meses, nos vemos ahorita, chau. Solamente estoy llevando ropa de invierno porque voy a regresar”. Pero yo no me esperaba que al final de los tres meses de mi pasantía… Ah, yo ya había terminado la universidad. Había tenido la universidad en diciembre, me fui en enero y se supone que tenía que volver en marzo, en abril, pero al final de la pasantía me dijeron: “Estamos contentos con tu trabajo por qué no te quedas trabajando en el laboratorio”. Y en ese entonces yo estaba interesada en un doctorado de investigación en un PhD, entonces me dijeron que esta experiencia va a ser buena para mi CV y durante este tiempo podía aplicar al doctorado. Me dijeron que si yo ingreso la primera vez que aplico, perfecto, pero si es que no necesitaba esperar un año más, por lo menos tenía un trabajo fijo y grupo de investigación, cartas de recomendación de gente que conocía. Entonces yo no me lo esperaba, o sea, la llamada en la que tuve que llamar a mis papás para decirles que me iba a quedar fue totalmente inesperada. Mi mamá lloró porque me iba por tres meses, imagínate como lloró. Entonces quedamos que yo iba a regresar en mayo por unos días porque tenía mi graduación de la Universidad. Entonces yo regresé para la ceremonia para graduarme y me tuve que despedir de todos, me despedí de mis amigos, me despedí de mi familia, me despedí de todos, que nadie se lo esperaba y simplemente regresé diciéndole: “saben qué he dejado todas mis cosas allá porque me voy, me voy para siempre”. Y me fui con todas absolutamente todas mis cosas y yo tengo que decir que estoy muy muy agradecida con REPU por haberme dado esa oportunidad, o sea, de todas formas conseguir un contacto no es fácil y más cuando tú has hecho un pregrado en un país que no es de primer mundo, como es Perú. Entonces yo creo que migrar – yo tenía 21 años cuando bueno 20 todavía no había cumplido 21 – cuando me mudé a Nueva York y la ciudad de Nueva York que es tan tan diferente a lo que yo estaba acostumbrada. Yo crecí en Cusco una ciudad pequeña donde todo el mundo se conoce, segura, y sí para mí fue un shock mudarme a Lima, mudarme a Nueva York fue un shock tremendo, mundial, industrial. Fue una cosa al inicio, la novedad, las luces, la ciudad que nunca duerme, como que hay cierto interés, porque tú dices “guau, qué tal experiencia que estoy haciendo”, pero después me di cuenta de que era mucho para mí. Vivía estresada porque había momentos en los que era peligroso. Si salía muy tarde de laboratorio y era un poco peligroso tal vez no encontraba transporte público que me pueda llevar. Vivía estresada, entonces, me di cuenta de que tal vez una vida de una ciudad tan grande como Nueva York no era para mí, pero me di cuenta de que… Ahora sí tengo que empezar a hablar acerca de la investigación y por qué fue que ahora ya no hago investigación. En ese entonces y yo estaba enamorada de la investigación cuando entré a la universidad yo pensé que quería hacer para toda mi vida investigación. Sobre todo de investigación enfocada a biología molecular, porque yo quería hacer algo que ayude a los pacientes que tenían cáncer, estaba haciendo una investigación en cáncer, podía ayudar a más gente que estudiando medicina y viendo a un paciente uno por uno. Esa era mi filosofía por la cual yo decidí hacer biología en vez de Medicina Humana, pero durante la carrera de Biología me sentía muy frustrada por lo que ocurría, cuando los experimentos no salían bien teníamos que pedir reactivos de otros países y se tardaba un montón en llegar y a veces llegaban ya degradados, o sea, habíamos esperado meses y no funcionaba absolutamente nada, pero me convencí a mí misma de que esa frustración y ese estrés que yo sentía era por el hecho de que no teníamos recursos. Y por más de que yo estudié en lo que en ese entonces y probablemente ahora sea la mejor institución para investigación había muchas limitaciones. Entonces cuando yo llegué a Nueva York me choqué con este laboratorio que tenía absolutamente todo, o sea, de nivel mundial. La profesora que era la jefa de laboratorio era una científica reconocida internacionalmente, había como cinco o seis postdocs, como 10 estudiantes de doctorado. Era una locura. Yo jamás había visto una cosa así. Si yo quería ordenar un primer podía ordenarlo en la tarde y en la mañana me estaba esperando en mi escritorio. Yo no podía creerlo. Fue un shock. Acá tengo absolutamente todo lo que necesito. Entonces obviamente cuando estaba trabajando, me puse a pensar acerca de mis aplicaciones al doctorado y usualmente tienes un deadline y es como diciembre. Entonces yo estaba empezando a trabajar en eso, pero había algo que no me hacía clic. Había algo que no terminaba de convencerme acerca de eso, porque yo sentía que al final de que había trabajado todo el día en el laboratorio y regresaba a mi casa después de cruzar una ciudad totalmente… Nueva York es una ciudad linda, pero cuando estás cansada y tú quieres descansar, no necesitas ver a las ratas caminando por la calle y la basura, homeless que están ahí pidiéndote dinero. Fue muy estresante para mí, entonces me sentí como si hubiera fracasado, como que tengo la oportunidad de la vida y no estoy contenta, que es lo que está pasando acá. Entonces fue como chocarme contra una pared. Yo siempre pensé que teniendo todos los recursos la investigación iba a estar contenta sin importar dónde esté, sin importar cuánta gente yo conocía en esa ciudad. Eso era lo que yo pensaba, pero no se dio así y fue muy muy difícil aceptarlo durante este tiempo. Yo conocí a quien ahora es mi esposo y él hace investigación. Entonces yo tenía alguien con quien hablar acerca de eso y yo le explicaba que la razón por la que yo había entrado a ciencias era para ayudar a la gente y que al final del día yo había hecho experimentos todo el día en un laboratorio, que trabaja conciencia básica y que llegaba a mi casa, me acostaba y sentía que no había ayudado absolutamente nada y eso me frustraba mucho. Entonces todo el estrés hizo que me enferme, entonces decidí tomarme un tiempo del trabajo y fue más o menos en esa época en la que me casé y todo eso. Entonces estábamos recién casados y mi esposo trabajaba en la Universidad de Yale. Entonces él estaba con una visa de postdoc y yo sabía que su contrato se acababa en diciembre y que el estaba aplicando a otras posiciones de post para hacer otro post en otra universidad y resulta que la mejor la mejor oferta, que él consiguió, fue de una universidad en Holanda. Ahora, pues estábamos recién casados, estaba tomándome un break de trabajo, entonces yo no estaba trabajando justo en ese momento y estaba trabajando en mis aplicaciones del doctorado, pero sin convencerme sin ganas en verdad. Cada vez que sentía que tenía que trabajar en algo buscar… ay, que me interese era una tortura y yo decía: “pero esto no debería ser así”. Entonces mi esposo me dijo: “yo obviamente no te puedo obligar a que tú vengas conmigo, si tú sientes que tu profesión se va a desarrollar de una manera mejor en Estados Unidos quédate, porque yo sé que voy a volver”. A él le encanta Estados Unidos, le encanta la manera en la que puedo hacer investigación. Acá la cantidad de recursos que hay y él me dijo: “Esto es algo temporal”. O sea, lamentablemente la mejor la mejor oportunidad, que me han dado es en Holanda y mi visa se va a acabar, o sea, no es que él tenía la oportunidad de quedarse. Yo la pensé, la pensé por varias bastantes semanas y como me encontraba en ese callejón sin salida dije: “Tal vez esta es la oportunidad que necesito y decidí mudarme con él”. Nos fuimos los dos con dos maletas grandes, cada uno con nuestras mochilas y vendimos absolutamente todo lo demás y ahora a mí Holanda me parece un país lindísimo, pero nosotros estábamos en una ciudad, como dos horas al norte de Ámsterdam, que se llama Broningen y que tiene una gran universidad, pero aparte de la universidad más o menos no hay nada más. Entonces nosotros nos mudamos en diciembre, entonces como fue un shock porque el clima era súpernublado, nos habíamos mudado. Él quería quedarse en Estados Unidos, entonces para él también era una frustración tener que mudarse a otro país que no sea Estados Unidos. Yo estaba en crisis emocional y profesional, entonces fue más o menos como que nos cogieron un mal momento. Fue una mudanza que no nos esperábamos. Y para febrero, nos habíamos mudado en diciembre, entonces dos meses después en febrero mi esposo se siguió aplicando otros trabajos y para febrero ya había aceptado una oferta en Estados Unidos que empezaba en septiembre. Entonces nosotros supimos que nos íbamos a mudar de vuelta, pero eso no ayudó a que nos habituemos a estar en Holanda porque sabíamos que no nos íbamos a quedar. Entonces nunca nos compramos, por ejemplo, muebles para modificar la casa. La casa venía amoblada. Entonces no necesitábamos gran cosa porque decíamos “que vamos a hacer cuando nos mudemos de vuelta”. Entonces Holanda para mí fue una oportunidad que me dio tiempo para conocerme a mí misma y darme cuenta de por qué yo había empezado a estudiar ciencia y qué era lo que yo quería de lograr en la vida y tuve la suerte de tener la oportunidad de vivir en una ciudad pequeña en la que yo podía caminar y caminar y no pasar absolutamente nada. Totalmente segura linda la ciudad, pero no era un sitio en el cual me hubiera gustado quedarme para siempre, pero es cuestión de gustos. Ya me había acostumbrado a comer las cosas en Estados Unidos. La facilidad en la que puedes conseguir cosas, la cantidad de tiendas, las cosas me había acostumbrado, y me había gustado, le cogí el gusto. Y la primera vez que entré a Amazon para pedir algo desde Holanda y me di cuenta que no había Amazon casi me da un infarto y dije “dios mío”. Los problemas del primer mundo tengo que ir a la tienda a comprar cosas y estando en una ciudad pequeña todos los supermercados, estaba en holandés y la gente prefería hablar holandés. Tú le respondías en inglés y te insistían un poquito más con el holandés, hasta que tú le decías: “no, yo hablo inglés”, y recién te hablaban inglés. Entonces es una sociedad totalmente diferente que si tal vez hubiera cogido en otro momento de la vida, tal vez me hubiera gustado, pero en el momento en el que estaba me di cuenta de que tal vez Estados Unidos era una mejor opción para nosotros juntos. Porque una vez que estás casado ya tienes que tomar decisiones juntos y eso lo hace incluso más difícil, pero así fue que decidimos mudarnos de vuelta a Estados Unidos habíamos vivido en Conecticud antes de mudarnos Holanda, y de regreso nos mudamos a Massachusetts. Entonces un poquito más al norte y ya conocíamos cómo era la vida acá. Solamente la única diferencia que vimos fue que apenas nos mudamos – vivíamos cerquita de la Universidad de Harvard, vivíamos en Cambridge – entonces una ciudad pequeña, muy caminable. En donde no necesitas absolutamente un carro para nada, pero una vez que yo empecé el doctorado, mi campus, como tenemos bastantes animales, entonces está más alejado de la ciudad. Entonces tuvimos que mudarnos en un sitio que nos quede más o menos al medio para los dos y ahora vivimos en medio de los suburbios donde obviamente necesitamos carros para movernos a todos lados. Entonces si tuviera que decir algo sobre la migración en Estados Unidos sería que hay tanta variación dentro de Estados Unidos, que si tú realmente quieres encontrar un sitio que te guste, lo vas a encontrar. Solamente tienes que hacer una decisión informada de a dónde es que vas, donde es que vas a vivir, cómo te vas a transportar, qué tipos de comida son las que están disponibles si es que tienes algún tipo de restricción en tu dieta o cosas así, porque si tienes tiempo y elección puedes encontrar un sitio que sea para ti.
Pregunta: 17:40
Ana: Me gustan todas las cosas que mencionas, y me gustaría ser hincapié en eso de tomarse un tiempo para decidirlo. Tenemos un episodio 14 con Patica que le recomiendo que lo escuchen todos. Ella se mudó a Australia, por ejemplo postergó su viaje por un año Australia porque quería estar preparada para tomar la decisión. La migración también puede ser un espacio para pensar, para reflexionar y como decía para conocerse a uno mismo. Muchas viajamos a ese sensorio, hicimos la migración y ese proceso aprendimos de nosotras mismas, que podemos hacer, hasta dónde podemos llegar, que queremos hacer realmente. Y es importante que ese viaje ese proceso migratorio cada uno lo vive a su manera, pero le da los resultados, que, pues, le tiene que dar. Y uno toma de decisiones y no está mal regresarse. Tampoco está mal saber. Oye de pronto solo quieres ir seis meses aquí y eso es lo que hago en esos seis meses, porque mi objetivo es otro país, es otro destino. Y es algo transitorio también. Y bueno, ya con tantos años en Estados Unidos y algo que menciono es que cada estado, cada espacio, cada ciudad es diferente. Tiene sus propias culturas, su propia forma de ser. Entonces quiero que nos cuentes un poco, qué diferencias o similitudes has encontrado entre la cultura americana y la cultura peruana
Respuesta: 18:09
Beatriz: Esa es una buena pregunta. Yo creo que las en general en promedio son diferentes. Totalmente diferentes la manera en que nosotros crecemos y estamos muy enfocados en la familia. La comida. No sé incluso hasta yo no soy una persona religiosa, pero somos un país religioso, en promedio, somos un país religioso con tantos feriados acerca de los santos y todas las cosas que es totalmente diferente. Yo siento que aquí tal vez las personas. Bueno también dependiendo de dónde vives. Yo vivo en la Costa Este que la mayoría de gente dice que las personas viven muy enfocadas en su trabajo, o sea, son gente muy competitiva, que realmente lo que le importa es triunfar profesionalmente. Y alrededor de eso es que construyen su vida. O sea la gente se muda a un sitio por su trabajo, y por ejemplo, los profesores en mi universidad viven en la pequeñita ciudad que está al lado del campus porque ese es su trabajo. Y ahí es que viven. Y toda su familia vive ahí porque construyeron su vida alrededor de su trabajo, mientras que tal vez si vas a sitios en la costa oeste, como California, siento que, a pesar de que nunca he vivido ahí, me dan ni presión de que viven tal vez un poco más relajados. Les importa más la calidad de vida, a tomarse un poco más de tiempo libre. También es el clima. En la Costa Este tenemos un invierno muy fuerte que todavía me choca. Yo sufro en el invierno. Me da un dolor físico cada vez que tengo que salir y estaba bajo cero, pero poco a poco te acostumbras hasta ahora yo no sé si me gustaría a mí quedarme en la Costa Este para siempre. No sé a dónde me llevará la vida y eso es parte de la diversión de una migración que tú dices. Y ya me he mudado desde mi país hasta acá que me va a hacer mudarme de un Estado al otro. No pasa absolutamente nada. Claro, mudarme de una casa a otra. Mudarme un departamento a otro departamento es la cosa más fácil del mundo después de que te has mudado de un continente a otra casa. Pero el momento en el que encuentras un sitio donde sabes que te vas a quedar por lo menos unos años, por ejemplo, nosotros sabíamos que el post de mi esposo era 6 años en total y yo tenía que hacer cuatro años el doctorado entonces tenemos sabíamos que vamos a estar un buen tiempo entonces es diferente. Se siente diferente se siente como si fuera tu ciudad, empiezas a conocer más gente, empiezas a conocer más vecinos, haces más amigos. Es totalmente diferente. Entonces, cuando uno recién emigra y se siente nuevo, no sabes cuánto tiempo te vas a quedar, tal vez es un poco más difícil adaptarse al inicio. Se vuelve más fácil con el tiempo. Te acostumbras a la cultura, te das cuenta como la gente interactúa contigo, qué es lo que quieren conocer de ti, cómo hacer amigos con gente que tal vez no comparte tu misma cultura, tu mismo sentido del humor. No es fácil, pero poco a poco aprendes.
Pregunta: 21:17
Ana: Es muy cierto eso. Es un proceso diferente establecer nuevas relaciones, o sea, todo y proyectarte. Si ya sabes en tu caso, que vas a estar casi cuatro, a seis años y es una proyección. De echar un poquito de raíces ahí, comprar cositas para la casa, y demás cosas. Y bueno, volvamos un poco al campo académico, porque me gustaría que nos cuentes un poco cómo llegaste a descubrir que lo tuyo era Medicina Veterinaria. Nos hablabas un poco de tu frustración en el campo de la investigación que a pesar de que ya tenías todo tu disposición, no sentías que estabas cambiando las cosas como querías cambiarlas. Y ahora estás haciendo, pues el doctorado y Medicina Veterinaria. Entonces me gustaría que nos cuentes un poquito al respecto.
Respuesta: 21:36
Beatriz: por supuesto, creo que como la gran mayoría de científicos, que les preguntes cómo empezaron su carrera te van a decir “cuando yo era niño” y yo no soy la excepción. Aquella vez cuando yo era niña estaba fascinada con la ciencia, así como están obsesionados con los dinosaurios y se saben todos los nombres de los dinosaurios, yo me sabía todos los nombres de los huesos del cuerpo y tenía con mini esqueleto que llevaba a todos lados para repasar. No sé para mostrarle a alguien que era lo que sabía, no sé, entonces la ciencia del cuerpo humano, por así decirlo, era una cosa que me fascinaba mucho. Recuerdo que me quedé fascinada la primera vez, que por alguna razón me caí, y vi como mi herida fue cicatrizando y después no había absolutamente nada. Nadie podría decir que yo había tenido una herida en mi rodilla, porque me había caído hace un mes. Mi cabeza explotaba, o sea, me decía “pero es lo normal y no pasa absolutamente nada”. Yo decía: “Pero cómo es posible que nos regeneremos”. O sea, claro, obviamente no lo decía así como niña, pero eso era lo que pensaba. No entendía cómo teníamos este poder tan grande de poder curarnos. Y una cosa que me chocó muchon fue cuando mi abuelita se enfermó y yo tenía 8 años, y no entendía por qué no se podía curar. Ella tenía cáncer de páncreas, que es uno de los más terribles. Y yo le hablaba a mi mamá y le decía, pero si yo me curé de lo que me caí porque no se puede curar ella y mi mamá no sabía que decir. Me decía: “No se abre, hay que preguntarle a tu papá que es médico tal vez él te puede decir algo”. Pero mi papá me decía: “Es así, hay enfermedades que no se pueden curar” y eso es algo que se quedó conmigo mucho. Entonces, yo sentía como que estas son enfermedades que no se pueden curar aún. Yo creo que vamos a poder encontrarlo dentro de dentro de un tiempo. Yo creo que hay gente que va a trabajar eso y que va a poder ayudar a que la gente no pase por este sufrimiento. Entonces fui creciendo. Fui llevando cursos en el colegio. Llevé biología, química y me gustó mucho entender cómo funcionaban las cosas por adentro. Los mini mecanismos que suceden dentro de la célula era una cosa que me fascinaba y me encantaba, y una vez que me di cuenta que el cáncer está muy involucrado con mutaciones genéticas y de algo que sale mal, de un proceso que debe haber sido algo normal y que de la nada se vuelve loco, y se empieza a reproducir eso. Era lo que me llamó mucho la atención. Entonces yo siento que empezamos la vida como con muchas posibilidades, pero tienes que ir haciendo lecciones y poco a poco te vas desviando de tal vez la idea inicial que tú tuviste. Mi idea inicial siempre fue ayudar a gente a que se sienta mejor. Y en resumen que si su camino se tiene que cruzar con el mío que después de ese encuentro su vida sea mejor o al menos igual, pero no empeorar la vida de nadie. Bueno, entonces llegó el momento en el que tenía que elegir qué era lo que quería estudiar y tenía esa duda entre medicina humana y biología, pero cuando hablé con mi papá porque él era médico, o sea, él es médico por más de que la investigación él había estudiado Medicina Humana. Entonces le expliqué que era lo que yo quería hacer y le expliqué acerca del cáncer y que yo quería hacer investigación en cáncer y él me dijo: “Si yo fuera tú y quieres hacer investigación y yo estudiaría biología. Si yo hubiera sabido que hubiera terminado haciendo investigación, yo hubiera estudiado biología en vez de Medicina Humana. Tú tienes la oportunidad de frente a entrar a biología y vas a encontrar diferentes cosas que puedas investigar”. Me dijo una cosa muy importante que resultó ser cierta. Me dijo: “Biología es un plato tan grande que por más de que tú cambies de opinión, después todavía te va a servir”. Y yo le dije: “Como que voy a cambiar de opinión papá, por favor”. Y mira vino a buscarme eso que me dijo. Yo termina la universidad y durante todos mis cinco años de carrera, había enfocado mis cursos y los selectivos que tomaba en biología molecular, tomé cursos de genética bacteriana bla bla bla. Un montón de cosas y en verdad no tomé casi cursos de animales. Siempre me han gustado los animales. Me ha gustado aprender todas las cosas obviamente en la carrera, me enseñaban zoología básica, pero nunca lleve cursos avanzados acerca de animales. Entonces me mudé a Nueva York hice la pasantía de investigación, me quedé un par de años trabajando ahí. Bueno, un año hasta que tomé un descanso y me di cuenta de que en algún momento había tomado la salida incorrecta de la carretera, no era el sitio al cual yo quería llegar. No me sentía contenta. Y cuando viaje a Holanda mientras esperaba que me dé mi permiso de trabajo, que en verdad se tardó un montón y nunca llega a conseguir ningún trabajo para el momento que nos regresamos. Tenía tanto tiempo estando yo sola. El silencio era tan alto que tuve que volver al inicio. O sea, era lo que tú querías y recordé que era lo que yo pensaba cuando era niña. Recordaba que era lo que yo quería hacer, pero había encontrado algo que había hecho clic con los animales durante la carrera, pero había algo que no me convencía. No sé, pues, esos son conversaciones de meses, o sea, meses conmigo. Desde un día y un día estaba intentando explicarle a mi esposo que era lo que había llegado a la conclusión más o menos y le decía quiero hacer algún tipo de medicina porque creo que lo que yo necesito es ciencia biológica aplicada. Yo necesito ver la aplicación y necesito ver como una medicina funciona en un paciente. No solamente el principio farmacológico por el cual funciona y le digo, pero hay algo de medicina humana que no me llama. Tal vez no es para mí, y él me dijo: “Tal vez no sé dentista, tal vez este fisioterapeuta, tal vez veterinario lo mencionó así como una lista de cosas que él me decía y cuando me dijo veterinario se me prendió el foco de medio de la cabeza y dije “Medicina Veterinaria”. Nunca lo había considerado cuando yo postulé a la universidad ni siquiera había considerado veterinaria como una opción por más de que es otra carrera en mi universidad y dije “por qué nunca lo considere”. Ni idea, pero al mismo tiempo cómo puedes dejar que una persona de 16 años, la edad que yo tenía cuando ingresé a la universidad – ¿quién decidió que ser un buen momento para hacerlo, no? – Yo no tenía ni idea si a las justas me conocía a mí misma, cómo voy a poder tomar una decisión tan importante para mi vida y empecé a averiguar más o menos como era la carrera de Medicina Veterinaria en Estados Unidos y me di con la sorpresa de que en Estados Unidos no es un bachiller, pero es un doctorado y que tú primero tienes que hacer un bachiller y la mayoría de gente lo hace en biología o en ciencias Ciencia Animal, y después postulan al doctorado en el cual se convierten en doctores en medicina veterinaria. Yo tenía un bachiller en biología. Mira tú qué casualidad. Y recordé las palabras de mi papá, por supuesto, como si hubiera sido el día anterior en la cual me decía “si cambias de opinión esto todavía te va a servir”. Y estando en Holanda fue que yo decidí aplicar. Yo sabía que no íbamos a mudar Estados Unidos entonces busqué el Programa de Medicina Veterinaria al cual quería aplicar, que esté en el mismo estado que mi esposo, porque no quería estar demasiado separados unos del otro. Y así fue que evaluando una cosa más, una cosa menos. Durante el verano, antes de mandarme a la aplicación, decidí trabajar con un médico veterinario en Italia y para poder exponerme en la parte clínica que yo no había visto tanto. Yo había visto más investigación en animales aplicaciones de experimentos que tal vez se probaban en animales primero que en humanos cosas así y me encantó. Me encantó. Me enamoré yo jamás, lo hubiera imaginado el hecho de que venga un perrito y te conozca y sabe que lo vas a decir, que le vas a dar un montón de cosas ricas, con tal de que se deje poner las vacunas y cosas así. Yo jamás me hubiera imaginado que eso era para mí, pero una vez que lo experimenté – y me alegro de haberlo experimentado antes de aplicar – me quedé enamorada. Entonces, mande mi aplicación con toda la seguridad del mundo sin saber que la mayoría de aplicaciones aplican más o menos como a 10, 15 programas y yo decía aplicar a uno con fe con toda la fe del mundo. Me aceptaron y en el mismo estado de donde mi esposo está trabajando. Y en verdad, las estrellas se alinearon y se dio. Durante la carrera he podido explorar que otras cosas puedes hacer una vez que ya eres veterinario y he hecho para cirugías, un par de cosas. Y es así que poco a poco es como que poco a poco voy armando mi torta. Y me doy cuenta de qué es lo que va a estar al final de los muñequitos de la torta de bodas. Al final tal vez voy a ser cirujana, tal vez voy a hacer oncóloga. Dios sabrá, pero por ahora estoy muy disfrutando mucho el doctorado. El próximo año tengo experiencia clínica y de ahí voy a decidir en que especializarme. Por ahora, lo que más me gusta es la cirugía sobre todo de animales de compañía y vamos a ver a dónde me lleva la vida. Ya no puedo decir que estoy segura porque después de todo lo que he pasado, la vida da mil vueltas.
Pregunta: 31:38
Ana: Pero es importante. Tienes un poco más claro que es lo que quieres hacer y vamos, pues ahí afinando un poco. Y bueno, ese tiempo que has estado estudiando. Estás haciendo el doctorado también has estado o estás involucrada en ciertas actividades para probar la diversidad e inclusión. Y eso es algo muy importante también para las peruanas migrantes, porque muchas veces les toca ir a países, que no son realmente ni diversos, ni inclusivos. Y hablemos ya más macro, latinas y latinas que migran por oportunidades académicas profesionales, por temas de amor a países donde, pues no son espacios donde realmente la diversidad y la inclusión son promovidos. Qué es lo que haces también como mentora, porque es importante el tema de la de ser mentor. Muy importante también para las futuras generaciones después. Cuéntanos.
Respuesta: 31:41
Ana: Claro, cuando yo aplique a este programa yo no tenía ni idea de cuáles eran las estadísticas acerca de representación, inclusión o diversidad, y me digo la sorpresa de que la medicina veterinaria en Estados Unidos es una de las carreras más entre comillas “blancas” de todo el país. El 96% de los veterinarios son blancos a lo cual es una cifra contundente, y yo no sabía. Entonces cuando fui el primer día a mis clases me di cuenta de que casi todos mis compañeros eran blancos y que yo era la única persona que había hecho su pregrado en una institución que no era en Estados Unidos o en Canadá. La única persona de toda mi clase, más o menos 100 personas. Tenemos estudiantes internacionales, pero que emigraron a Estados Unidos para la universidad o ante, entonces como que ya conocían un poco el sistema educativo. Entonces poco a poco durante la universidad nos dan charlas acerca de inclusión y menos mal que la Universidad tiene muchas iniciativas. Quieren mejorar, quieren promover la inclusión y quieren que tanto las personas que forman parte de la Facultad como los estudiantes tengan una mente abierta y al contrario como que le den la bienvenida a la inclusión como una ventaja, en vez de una desventaja, que a veces las personas lo ven así. Entonces existe una agrupación de veterinaria a nivel nacional que se llama EBAM, la Asociación Médica de Veterinarios Latinos. Y empezaron a abrir pequeños capítulos en cada escuela de veterinaria, ajá y se abrió un capítulo en mí en mi universidad. Entonces yo estaba muy contenta de participar y apliqué a formar parte de la Junta Directiva y ahora yo soy la tesorera. Entonces principalmente la misión que tenemos es promover una aceptación de diferentes culturas, porque no somos el único capítulo de diversidad que existe en Campus. Existen los veterinarios asiáticos, creo que están pensando en abrir a seca por para los veterinarios afroamericanos y diferentes cosas, pero es más que nada mostrarles al estudiante promedio, que es blanco actualmente, que existen muchas cosas que podemos aportar cuando venimos de un background que es diferente. Bueno, yo soy un par de años mayor por los años que trabajé antes de aplicar al doctorado, que mis compañeros y tal vez el hecho de que yo crecí en un sitio diferente y hablo un idioma diferente me hacen ver las cosas de una manera diferente. Y si trabajamos todos en equipo, solamente se pueden conseguir cosas buenas. Y eso es lo que intentamos promover. Ahora en contraste otra institución con la cual estoy involucrada, que es un Community College, que está en una ciudad cercana a mi universidad en la cual la mayoría de los estudiantes son parte de minorías, o sea minoría socioeconómica, de raza, de etnicidad. Incluso hay algunos estudiantes que no están identificados, o sea, que no tienen todos sus papeles en regla. Entonces hicieron una convocatoria porque había varios estudiantes que estaban pensando en convertirse en el futuro, pero que no sabían cómo porque no veían a nadie que los representara. Cada vez que iban a ver a su veterinario era una persona blanca una persona que solamente hablaba inglés. No se sentían representados, entonces me involucré en este programa y he sido mentora de tres estudiantes hasta ahora que vienen de diferentes backgrounds. O sea de Latinoamérica, o sea que son la primera generación migrante, que emigraron cuando eran niños, que hayan migrado por problemas de política, de dinero, o de tantas razones e intento darles esa guía, que a mí me hizo falta. Cuando yo empecé con el sistema educativo en Estados Unidos, porque para mí todo fue ensayo error. O sea, intenté hacer todo lo mejor que podía, pero mil veces me equivoqué, porque me olvidaba. Me olvidé de mandar algo que todo el mundo sabía, mis transcripts. Un par de veces por error los mandé en español cosas y así. Yo puedo guiarlos y darles mi experiencia, para que la experiencia de ellos sea más fácil y sea más directa y que logren conseguir sus objetivos.
Pregunta: 37:25
Ana: Ajá. Importante eso. Totalmente importante. Y me gustaría que poco a poco la comunidad medicina veterinaria se vuelva más diversa, porque yo creo que vemos tal diversidad de pacientes, que lo justo es que los doctores también seamos diversos. Por supuesto, totalmente de acuerdo. Es muy cierto y es importante ese aporte de la diversidad, como lo dijiste en un momento, a que mentes diferentes, con batas diferentes pueden dar una mejor perspectiva. Hasta para solucionar un problema médico, “porque yo lo vi así en mi país”. O sea todo porque así lo trabajamos en mi ciudad o dentro de mi comunidad y ese intercambio de ideas y experiencias definitivamente es un plus, para esta situación, para cualquier espacio. Ahora hay tanto esto de multidisciplinario por qué no multidiversidad. También sumarle a eso. Y bueno en Granadilla Podcast nos encantan las historias de amor, tenemos un episodio que se llama “amor migrante” que le grabamos este febrero del 2022, donde justamente peruanas que están casadas con no peruanos, de diferentes nacionalidades, de diferentes espacios y hablamos de las diferencias culturales. Y bueno el caso yo entiendo tu esposo es italiano. Entonces, bueno, Beatriz es peruana, el esposo es italiano y los dos están solitos en Estados Unidos, entonces es un proceso. Volviendo al tema porque Granadilla Podcast, justamente se trata de migración, cómo ha sido el proceso migratorio para ustedes estando, pues solos porque es como es. Están solos en un nuevo país por más que ustedes les encanta el país, que ya lo conocían antes de todas maneras, han migrado solitos, a Holanda y migraron de vuelta a Estados Unidos ya como esposos. Como ha sido ese proceso migratorio.
Respuesta: 37:30
Beatriz: La migración es difícil. Yo creo que hacerlo juntos trae cosas buenas y también otras complicaciones, por ejemplo, tenemos que decidir a dónde vamos a ir juntos, necesitamos decidir qué departamento, queremos juntos. No siempre tenemos las mismas opiniones, hay cosas que tal vez se complican un poquito, pero yo creo que los beneficios de tener a alguien que entienda tu experiencia al cien por ciento, totalmente, cubren cualquier complicación que pueda traer. Yo creo que tengo la suerte de tener a alguien que está ahí para mí 100%. Y lamentablemente un miedo que yo tenía cuando me mudé era que pase algo, o sea, que me pase algo y que no tenga a quien acudir. No sé que tenga un accidente médico, un accidente en la calle que me atropella un carro y que en el hospital no sepan quién soy y que nunca tenga contacto de emergencia al cual llamar, sobre todo un número de Estados Unidos que es lo más fácil. No van a estar llamando internacional. Era un pánico que yo tenía y algo que yo intento ser para mis amigos migrantes es ser ese apoyo, por más de que ellos estén solos y no tengan una pareja. Ir a visitarlo porque están enfermos llevarles algo, prestarles las cosas, lo que necesiten. Porque uno no se da cuenta de la facilidad que tiene cuando tienes a tu familia cerquita y le dices “mamá necesito esto. Papá tráeme esto”, pero estar solo en una ciudad, en una ciudad de un país donde no conoces a nadie. También tienes ese temor. Entonces ahora somos él y yo. Entonces contacto de emergencia para él soy yo y el contacto de emergencia para mí es él. Cuando viajamos juntos no sabemos a quién poner de emergencia, en caso pase algo porque solamente somos los dos, pero al mismo tiempo estar lejos de nuestras familias es muy muy difícil. Y el hecho de que tenemos a nuestras familias en diferentes sitios también lleva complicaciones, porque si tenemos vacaciones para no sé Navidad, tenemos que ir a una sola y al final una familia se queda sin vernos. Es difícil tal vez un viaje hasta Italia o hasta Perú. No es algo que se pueda planear en un fin de semana, necesitamos tiempo planear, para que lo pases que no nos salgan demasiado caros, cuánto tiempo nos vamos a quedar. Cuando estaba el covid – bueno, todavía estaba – pero cuando estaba como que más fuerte, pasaron muchísimo tiempo sin poder ver a nuestras familias y eso es algo duro. Intentamos mantenernos en contacto por videollamadas llamadas, mensajes todo lo que sea posible, pero nada, cambia estar con tu familia en el mismo sitio compartir absolutamente todo. Yo creo que mi experiencia de migración hubiera sido más fuerte o hasta más dañina si me hubiera encontrado absolutamente sola, y eso tengo que agradecer a mi esposo. Porque cualquier cosa que pase, por más mini que sea, él está ahí siempre para escucharme. Y de eso se trata un matrimonio, un compañero de vida.
Ana: Totalmente de acuerdo. Un saludo a tu esposo y a todos los esposos de las peruanas migrantes. Beatriz, gracias por estar con nosotros y que la sigas rompiendo en Estados Unidos.
Beatriz: Gracias a ti por invitarme.
Llegue a Beatriz gracias a su hermano, si tú que me escuchas tienes una hermana prima cuñada, amiga familiar peruana que la rompen el extranjero, envíale este episodio. Cuéntale de Granadilla Podcast, que se vienen un montón de cosas lindas para este espacio.