Estudió Ingeniería Forestal en la Universidad Nacional Agraria de la Molina con ambición, buenas notas y el idioma inglés consiguió una beca para estudiar Economía Ecológica en el Reino Unido y luego consiguió su primer contrato en Italia apenas terminó su maestría. Entre 2003 y 2006 trabajó y vivió en Kenia mientras viajaba alrededor del mundo. En el 2007 se mudó a Brasil para ser parte de un proyecto de recursos naturales. Durante el 2008 estuvo en Perú viajando y conociendo más de su país. Al año siguiente conoció a su esposo. Se mudaron al Cuzco y de ahí un salto a Kenia. En el 2010 se casaron y se mudaron a Australia para que ella pueda seguir su doctorado en la Escuela Crawford de Políticas Públicas de la Universidad Nacional Australiana. En el 2019 comenzó parcialmente en la Comisión de Cambio Climático Nueva Zelanda y durante la pandemia ofrecieron un contrato permanente el 9 de junio de este año se vio publicado su primer reporte. Hoy hablamos con Sandra Velarde.
Canciones de fondo: Não Precisa Mudar (Ivete Sangalo Saulo Fernandes), Brenda Fassie (Thola Amadlozi), This is me (Keala Settle)
Entrevista
Ana: Hola, Sandra. Bienvenida a Granadilla Podcast ¿Cómo estás?
Sandra: Hola, Ana, muy bien, aquí en Nueva Zelanda es de noche y es el día 21 de agosto.
Pregunta 01 – 01:45
Ana:Así es, estamos terminando el mes de agosto y, bueno, me gustaría comenzar preguntándote por tu experiencia académica porque tu primera experiencia académica en el extranjero fue en el Reino Unido. ¿Entonces, cómo fue toda esa experiencia?
Sandra: Sí, claro, yo saqué una beca para la Universidad de Edimburgo que te pagaban todo, te pagaban el viaje, los libros, la ropa, todo, o sea, te decía, no, por ejemplo, ropa para invierno, los estudios, obviamente el alojamiento, era una beca excelente, muy buena. Y también te pagaba un par de viajes para que te reúnas con otros becarios del mismo esquema. Era una beca excelente entonces. Bueno, así salí. El proceso de postulación fue… la verdad que fue la única universidad que hice la postulación completa, o sea, fue como que la primera que postule por completo, me salió la beca así, yo estaba sorprendida porque era como, ah, bueno voy a intentar, la primera que tuve interés fue la Universidad de Bankinter, pero no llegué a postular, me mandaron el examen y lo abrí y dije “Ay, no, dios mío, esto está muy difícil” pero esta otra era sin examen y era más que todo que tenías que escribir unos ensayos y eran 5 preguntas y algo así.Y claro, ensayo sobre tu experiencia, por ejemplo, y era más que todo sobre liderazgo, así como cuéntanos una historia cuando tu fuiste el líder u organizaste algo y cosas así. Entonces yo escribí las historias y ya, me aceptaron. Sí, así fue, así fue que entré.
Pregunta 02 – 3:32
Ana: Y un tema de pronto de choque cultural, porque irte de Perú a Inglaterra, a Reino Unido, un poco de cambios culturales ¿Cómo fue ese proceso?
Sandra: sí, bueno, no era tanto cultural en sí porque la universidad en sí es muy multicultural y dentro de mi piso, yo estaba en un hold de estudiantes y en mi piso habían chicos y chicas de México, Irán, Italia, había otros peruanos, bastante latinos, bastante griegos, así que culturalmente no tuve ese choque, pero era en Escocia, a mí lo que me pareció bien raro fue el inglés, porque el acento escoces es bastante diferente de un inglés estándar americano, o un inglés, creo que hasta entre ellos no se entienden mucho y es un poco gracioso, por ejemplo, la señora que limpiaba en el hold de estudiantes nos decía “Hen” “Good morning, hen” y yo ¿qué? No entendía nada, qué es eso ¿hen? ahh, gallina, ok, porque a las chicas les dicen “hen” cosas así, era gracioso, los profesores también que hablaban inglés con acento escocés no les entendíamos, pero eso era el adaptarse, el inglés muy diferente al haberlo estudiado a vivir en un ambiente puramente inglés era muy diferente.
Ana: Claro, me imagino, de todas maneras, siempre uno ve en las películas un tipo de inglés que no es el mismo cuando estás in situ, porque las películas todo es entendible, pero cuando estás in situ es como que “oye, este inglés no salía en la película de Netflix nunca” entonces tienes que tienes que acostumbrarte de todas maneras.
Pregunta 03 – 05:36
Ana: Y luego de estar en Reino Unido pasaste a Italia y Kenia, y estuviste trabajando en un proyecto, primero me gustaría que me cuentes un poco de estos países, cómo es ser peruana en estos países y también del proyecto en el que estaba participando.
Sandra: Sí, mira, a Italia llegué por mi tesis de maestría, porque yo vi que en la FAO tenía una base de datos que me interesaba, pero no estaba muy completa, entonces yo le dije “mira, yo estoy haciendo justo este tema en mi maestría que era valoración de áreas naturales en vista del cambio climático en África, o sea, sí, super complicado, en general, pero bueno, estaba yo haciendo mi propia base de datos de estudios de valoración de áreas protegidas, entonces vi que ellos tenían eso y les dije “mira, yo estoy haciendo esto y veo que tu registro está muy flaco ahí y les puedo dar más información cuando termine la maestría” y ellos “ah, ya, ok” entonces terminé, después de un año que fue la maestría y les mande mi tabla de datos, “mira, esto es lo que encontrado” y obviamente era como 10 veces más lo que ellos tenían, porque yo tuve un año, pero buscar. Y justo a la persona que le mando me dice “mira justo estamos buscando a alguien con tu perfil que sea forestal y sea economista, hay un trabajo sobre ver las tendencias de América Latina hacia el futuro hacia el 2020” en esa época era el 2001, había unos 20 años y ahora ya pasó. Tendría que ver otra vez ese reporte y ver qué cambió. Bueno entonces me llamaron y me dijeron que era muy raro que un estudiante cumpla con su palabra, que todos le decían “sí, sí, vamos a darte datos” pero nunca regresaban y yo había sido la única, entonces fue así, como entre casualidad e insistir. Entonces en Italia, digamos ser peruano en Italia, en Roma, para mí todo muy diferente de la experiencia que había vivido en el Reino Unido, porque yo ya iba como profesional, estaba como consultora junior, empezando, pero igual ya era una profesional, entonces muy diferente a la vida de estudiante, no tenía tanta interacción social, hasta me sentía algo sola, compartía el departamento con otras 2 personas, pero no estaba muy cómoda en Italia y también fue poco tiempo, cuando estuve en Italia me llamaron para África, para Kenia. Ahí le dije a mi jefe “mira en Kenia me ofrecen más oportunidades de viaje, más oportunidades de crecimiento ¿tú, qué ofreces?” y me dice “nosotros acá, como que puedes ser consultora toda tu vida y estar al frente de la computadora y ya, no te puedo ofrecer eso, si es que no entra por otro sistema” que hay oportunidades, pero normalmente para gente más senior. O sea, no me sonó bien y me dijo “uy, pero Kenia es muy peligroso, que asaltan” qué sé yo, o sea horrible, me lo pinto feísimo y yo lo mire con una cara de “Oye, yo vengo de Lima”.
Ana: A mí que vas a decir
Sandra: Sí, no creo que sea más peligroso y después ya cuando me mudé a Kenia. Ahí sí, totalmente diferente, pues ahí yo me sentía diferente al resto, racialmente y también culturalmente. Ahí sí todo era super diferente, pero a la vez me sentía más cómoda, o sea, sentía la diferencia, pero me sentía cómoda y segura. Entonces todo el mundo me decía “Ay, qué peligroso”. Y luego, lo gracioso que me voy dando cuenta al pasar los meses del porqué me sentía cómoda y era porque, yo creo, que era por como me veían, era que me parecía a los indus que vivían en Kenia, que llevan ahí muchos años y a veces hasta me hablaban en Suajili y yo los miraba así como “no entiendo”, pero bueno, les sigo la corriente y a veces hasta me daban descuentos en tiendas y cosas así porque pensaban que era local, entonces muy cómoda, la administradora de la oficina y todo el personal de la oficina donde trabajar, super buena onda, me trataban como la realeza y yo también los trataba como la realeza, o sea, era super cordial el trato. En Italia no, la gente en la calle me pareció un poquito malcriada. Pero en Kenia, como que no sé, hasta me decían Madame, era gracioso, diferente, muy diferente y así, tuve un excelente tiempo en Kenia y así. Tú me preguntaste acerca del proyecto, ahí estuve trabajando en un proyecto de recursos naturales y comparando 6 países, en cómo usan sus recursos, el tema de biodiversidad, el tema de carbono y también de cuánto ingreso reciben, pero y enfocándome en un área particular que es el área de bosques tropicales y en la frontera entre un bosque y la agricultura, en el margen del bosque le llamábamos. Y era un programa grande, 6 países, muchas instituciones, no recuerdo cuantas, pero más de 15 probablemente, nacionales e internacionales. Entonces una súper oportunidad, viajé muchísimo alrededor del mundo desde el primer mes me mandaron a Malasia, a Estados Unidos, a Suecia, o sea, a todo el mundo y hasta a Perú me mandaron, una experiencia espectacular.
Pregunta 04 – 11:56
Ana: Claro, definitivamente eso te ayuda y te va transformando como profesional también, y en este proceso, tú luego pasas a estar en Brasil, que también es un país sudamericano, vecino nuestro, pero me imagino que hay diferencia con Perú, similitudes y diferencias y me gustaría que nos cuentes un poquito al respecto.
Sandra: Sí, yo pasé a Brasil. Bueno, se acababa ya mi contrato de los primeros 3 años, luego me quedé un año más como extendiendo el contrato, terminando algunas cosas, pero de ahí también me di cuenta de que había dejado de aprender cosas en Kenia y que en realidad ya estaba cerrando proyectos y en ese ínterin me llaman de Brasil, una persona con la que yo ya había trabajado en el contexto del proyecto en Kenia, y me dice “mira, necesitamos alguien con tu perfil y para hacer lo mismo, pero para la Amazonía, igual diferentes países en la Amazonía, ahí eran 3 instituciones y la misma cosa, nacionales e internacionales, pero el tema era que obviamente en Brasil hablan portugués, y mi portugués era medio ñenge, pero yo me esforcé bastante por aprender, solita porque no tenía profesor, ni nada y escuchando, leyendo muchos libros y qué sé yo, esa era mi preparación de portugués. Antes ya había ido, la primera vez que salí del Perú, salí a Brasil y no entendí nada, entonces como ya te había tenido esa experiencia a los 17, 18 años, ya esta vez me iba más preparada, ya tenía 28, 29 más o menos y dije “no, acá voy a hacer todo lo posible por entenderlos y que me entiendan” Y llegó y en la primera reunión, bueno, ahora como yo era la jefa de un grupo, me dicen “tú tienes que correr la reunión, tú la vas a dirigir y la vas a hacer en portugués, porque estos chicos no hablan castellano” y yo “¿qué? Y de frente, en una y yo “ay, Dios, qué voy a hacer» y dije “ya” entonces entre portugués y portuñol y ya, pero la cultura maravillosa, todos se portaron igual, súper bien, cariñosos, la gente muy amable, pero si había diferencias, por ejemplo, eran extremadamente cariñosos y amables durante la época, la hora de la oficina, todo bien así, pero cuando tu querías, digamos una amistad más cercana y “oye, ¿Qué estás haciendo el fin de semana?” todo el mundo ya está ocupado porque todo el mundo tenía sus planes con su familia, entonces eso me di cuenta, que era así, era muy diferente y al final de mi estadía ahí, hice algunos amigos, no tanto como en Kenia, porque en Kenia era como que todo el mundo está bajo la misma situación, nadie era local, en cambio, en la ciudad donde yo estaba, que era Belén, todo el mundo era local, y muy diferente, la situación era muy diferente, entonces, al final por temas de burocracia yo decidí renunciar, pero si me dio una impresión de que la cultura era parecida, pero todo el mundo era más guardado, tenían vida un poco más privada de cierta forma.
Ana: Interesante, porque en oficinas son muy amigables, muy cercanos, pero afuera no, no se replica lo mismo fuera de las oficinas.
Sandra: Claro, claro, en general, llegué a hacer buenas amigas con gente de la oficina, también hacia el final de mi tiempo ahí, que fueron, un año en total, pero me fui del país al mes 7 u 8 o algo así.
Pregunta 05 – 15:56
Ana: Y luego de todos estos viajes por todos lados, regresaste a Perú y luego volviste a salir porque te fuiste a hacer tu doctorado en Australia, que lo culminaste en Nueva Zelanda e hiciste un pedacito también en la Antártida, has estado por todos lados, entonces en este último proceso, en esta última parte entre Australia, Nueva Zelanda y Antártida.¿Cómo fue todo ese proceso de estar entre estos 3 países y también cuáles son las similitudes y diferencias con Perú? Porque mucha gente, tengo una peruana que está en Australia, pero eres mi primera peruana en Nueva Zelanda y bueno aparte no tengo a nadie, así que estoy muy emocionada, pero sé que sirve para que las personas que escuchan sepan cómo es la vida en estos países ¿Cuáles son las diferencias con Perú? ¿Qué pueden esperar al estar ahí?
Sandra: Sí, sí, a Australia fui para empezar mi doctorado, en el tema de la educación, bueno, en el tema del doctorado en sí, el doctorado es una aventura, realmente necesitas mucho, mucha paciencia, mucha concentración, mucho tesón y ser bastante obstinado para terminarlo.Y te tiene que agradar el tema, el problema era que mi tema no me gustaba mucho porque yo postule más que todo por tener una beca, más que porque me gustaba el tema, entonces ese fue como que mi primer error, postular por por tener la beca en vez del tema, porque al final son 3 a 4 años mínimo que le vas a dedicar y es tu sangre, sudor y lágrimas, literal. Y al mismo tiempo yo me acababa de casar, Entonces todos los primeros años del matrimonio, pobrecito, mi esposo, sobrevivió, pero fue muy difícil ese tema de ser estudiante de nuevo, esa es la otra cosa, yo ya tenía 30 y pocos y ser estudiante de nuevo es como “wow, es volver a empezar” Y bueno, yo lo tomé muy humildemente y dije “no hay problema” yo empiezo de nuevo y tal, pero lo que era difícil, no tanto de la cultura australiana en sí, pero más que todo el tema académico, era que yo tenía un background, mi experiencia era más que todo en investigación aplicada, o sea, decirle a la gente, esto es lo que pasa, así bien sencillito, tablitas, gráficos, súper sencillo, lo más sencillo y menos complicado posible. Claro, basándome en datos científicos, claro, pero en el doctorado era que tenía que escribir y que la teoría, que fulano dijo, que el otro dijo, que no sé qué, que discutan, y la parte crítica y digo “ah, y esto cómo le sirve a la gente” o sea profundizar a ese nivel más académico, más teórico, más abstracto, se me hacía muy difícil y bueno, pero poco a poco fui aprendiendo, pero como me criticaban tanto el trabajo que yo llevaba escrito, los primeros, Dios mío, eran manchas de sangre, era todo rojo de corregidos. ¿De qué es esto? el papel de supervisor es bastante importante, en un momento me dio un libro así como “ay, mira este libro que he conseguido” y al final, así como que leí el libro y dije “ pero aquí está todo lo que he estado pensando, sino que no podía expresarlo correctamente” pero bueno, así, con ese libro me ayudó bastante a entender cuál era la teoría detrás de mi tesis, eso en la parte académica, y ahora culturalmente, pues Australia me gustó en general, lo que sí tuve experiencia diferente al resto de la mayoría de la gente, fue hacer mi trabajo de campo, porque yo tenía que entrevistar a farmers, le llaman granjeros, y estaban en el medio de la nada, entonces llegar ahí, el viaje fue una cosa impresionante, unos paisajes muy planos, de unos colores, así, terrosos como de atardecer, no sé, es muy seco también, casi no llovía, en fin. Y hablar, esta era la otra cara de la moneda, cuando yo estaba en Kenia trabajaba también la investigación con campesinos o con los granjeros, pero todos eran, pues, de países subdesarrollados, en este caso era al revés, todos estos granjeros eran de Australia, todos tenían el inglés como primer idioma y todos tenían muchísimo dinero en deudas, que tienen sus deudas por sus tractores, por su maquinaria, entonces la diferencia del poder en general que yo percibía, es que a mí me veían, pues como una niñita chiquita haciendo entrevistas y así, como que si me sentía pequeñita y era muy diferente, era esa percepción que tenía y más las críticas del doctorado, yo me sentía muy vulnerable en general, yo decía no es suficiente, no soy suficiente, eso fue bien, bien difícil.
Pregunta 06 -21:27
Ana: Y tu tiempo en Antártida ¿cómo fue?
Sandra: A Antártida llegué, bueno de Australia terminó, bueno no terminé el doctorado, en el último año, que es el año cuatro me mudo a Nueva Zelanda a trabajar de manera permanente, migre con mi familia.Y a Antártida llegó por un curso de liderazgo que me lo financian mi trabajo, el curso era un año entero, pero solamente tenía como unos 20 días en la Antártida, era al final del curso. Y cada mes nos reuníamos virtualmente con gente de la misma zona horaria, para discutir temas, y en la parte de Antártida era como tener talleres todos los días, workshop, discusión, presentaciones y ese tipo de cosas. Eran muy activos, no pude ir a todas las sesiones porque eran demasiadas, demasiada interacción. Era un un navío que tenía 76 personas participantes, más el staff, que eran como 12 más o menos y la tripulación, que eran como unos veintipocos, más o menos 100 personas en el en el navío. Íbamos parando en estaciones experimentales, diferentes países tienen diferentes estaciones, la primera que visitamos fue Argentina, luego la de China, también fuimos a varias americanas y llegamos a la estación más lejana de ese lado, la península, que es la estación rosa, que es estación inglesa, iba avanzando, poquito a poquito el barco y parando para que pudiéramos salir en los zodiacs, al mar y ver, y la verdad que antártica es un lugar maravilloso, diferente de todo el mundo, totalmente blanco, pero en en diferentes tonos de blanco, los icebergs, pues son una maravilla y lo gracioso que es cuando empezamos el viaje, al llegar a la parte más fría, la primera impresión que me dio fue que porque yo vi, según yo en mi imaginación, eran bolsas de plástico, guacala, bolsas de plástico, ¿que es esto? Y una amiga, me dice “No, Sandra, no son bolsas, son hielos” Y sí, eran como hielos flotando, está muy bonito, las orcas, estas ballenas maravillosas, los cachalotes creo que se llaman, no sé, no estoy muy segura de los nombres, pero impresionante. O sea todo todo era una cosa impresionante y hablar con los científicos también nos ayudaban a entender, “Cómo ha cambiado el medio ambiente ahí, cómo ya no hay tanto hielo y partes que se van deshielando y lo que es interesante es que esta zona regula el clima de todo el mundo, entonces, si la Antártica están mal, pues todo el mundo va a estar mal y por eso es como es una de las áreas donde ves estos primeros síntomas del cambio climático, es el indicador más temprano, que si se está deshaciendo el hielo ahí, es porque va a haber más cambios, más fuertes en el resto del mundo.
Pregunta 07 – 25:24
Ana: Interesante tomar nota de que donde se está regulando nuestro clima, que cada vez está más loco, menos entendible, pero me gustaría regresar un poquito a Nueva Zelanda porque me contaste que ahí habías estado dirigiendo un proyecto con las tribus Maorí y bueno, cuando conversamos previamente, tú me decías que tuvo un impacto muy importante en tu vida este proyecto que estabas trabajando y me gustaría que nos cuentes un poquito al respecto.
Sandra: Sí, trabajé por 3 años, es un proyecto de investigación financiado por una agencia en Neozelandesa que financia a toda la ciencia, es la principal, es en el lado este, noreste de Nueva Zelanda, la tribu se llama Ngati Porou y dentro de la tribu hay diferentes subdivisiones en este caso era un Hapu, que es como una familia, un grupo de familias. El proyecto era sobre gobernanza ambiental y como se ponían de acuerdo la tribu, el Consejo Distrital y el Gobierno representado por el Ministerio de Industrias primarias para manejar una cuenca, en particular y porque era especial, es porque era la primera vez que estas 3 agencias o grupos habían firmado un convenio por 100 años, o sea, un convenio largo. Y claro, cada quien es como “y esto es lo que yo traigo a la mesa”, entonces el Gobierno decía “yo tengo estos proyectos de forestación o reforestación”, el Consejo distrital decía “Ay, yo puedo ver calidad del agua” qué sé yo y la tribu decía “bueno, yo me encargo de estos temas, la parte económica, tal vez, conseguir a la gente que trabaje aquí, tal y cuál” entonces nuestra parte del proyecto era ver cómo podían hacer realidad ese plan, ese memorándum de entendimiento era bastante detallado, pero también a un nivel muy alto en general, hacerlo realidad, porque de acá a 100 años y sin un plan en el medio, entonces no. Claro, o sea, es como “Ah, tú tienes bonitas aspiraciones, pero cómo vas a llegar a esto” y nuestra intención era trabajar con el grupo Maorí, y ayudarlos a comunicarse con el ministerio que sé yo, pero en ese proceso para hacerlo bien, los maorís decían “no, ustedes tienen que venir primero a la zona, que se llama Ruatorio, y es en medio de la nada, manejas a una ciudad unas cuatro horas y tienes que meterte un par de horas hacia adentro, no hay nada, el banco lo cerraron hace años y hay una tiendita que vende sándwiches y ya, no hay nada más, hay 3 casas y todo el mundo vive hacia adentro, bueno, 10 ya, pero no es mucho. Claro, entonces ¿cómo va a funcionar esto? Pero bueno, todo el mundo tiene su camioneta que se yó. Es pobre la zona, pero es diferente a lo que tenemos los peruanos como la concepción de pobreza en nuestra cabeza.
Y lo que me ayudó mucho a entender o cómo me cambió la vida es que ellos, los maorí nos decían “ustedes, primero tienen que aprender de nuestra cultura y nuestros orígenes, primero tienen que entender de dónde venimos” y lo primero que hicieron fue llevarnos a sumarse, que es su centro de reuniones, que es como una casa, centro de reuniones y cómo comedor familiar, también como popular, un comedor bastante grande, nos llevaron ahí y nos dieron una inducción de 2 días y medio en su cultura, sus mitos y leyendas, de dónde vienen, todas esas cosas y yo, o sea, recuerdo esos temas de “Mamá Ocllo” y solamente le enseñan en la primaria y se acabó Nobel, no los ves nunca más, recuerdo vagamente en la universidad, un curso de antropología rural y amazónica, eso fue otra vez que como que vi un poquito de mitos y leyendas y cosas así, pero ese tema lo tienen bien marcado y ellos te pueden recitar su genealogía hasta la primera persona que vino en las canoas, que emigraron a Nueva Zelanda; entonces eso me hizo reflexionar mucho en lo poco que entendemos nuestros orígenes en sí, lo familiar, porque obviamente entendemos, la historia del Perú en general y la conquista de los incas, pero cómo relacionas eso con tu familia, con tu identidad, con quién eres y tu cultura, eso casi no, no lo he visto, por lo menos yo no, y más bien mi abuelita siempre como que no, no quería que investigáramos más ¿sabes? Porque yo pienso que en mi familia hay raza indígena, pero obviamente para ella eso estaba mal, entonces ella no quería que investiguemos más cosas, este tipo de cosas, pues me hacían pensar bastante. Y las chicas. Maorí, me decían, pero Sandra “tú eres indígena y yo ¿qué? Y me decían “sí, tú eres indígena, si has tenido un pariente indígena en tus ancestros, eres indígena, dije “no, pero es que en Perú los indígenas tienen que estar registrados, hay un proceso y de ahí me dicen “no, eso es colonizador, porque ¿quién ha puesto ese proceso? Y yo me quedo pensando “verdad, o sea quién decide quiénes son indígenas” Me hizo reflexionar y me volteo el mundo, no de frente, fue como todo un proceso, poquito a poquito.
Luego, en el último año del proyecto, ahí fue donde fui a la Antártida. Entonces toda la mezcla de experiencia me llevó a ver la luz, algo así, estaba más claro.
Ana: Pero qué importante es eso.
Sandra: Saber dónde vienes, porque si no lo puedes saber para dónde vas.
Ana: Suena gracioso de dónde vienes, para dónde vas, pero es muy importante entender nuestras raíces y aceptarlas, interiorizar creo yo.
Sandra: Exacto, exacto y aceptar que sí que tiene de los 2, de las 100 Razas y costumbres, pero tienes que aceptarlas todas y no hay una mejor que la otra, fue bien profunda experiencia, al final no, porque después de yo hablar de eso, con todo el mundo era como “vamos a hablar del tema de colonización”.
Ana: Sí, qué importante es que podamos aprender, mientras trabajamos, cosas para nosotras mismas también.
Pregunta 08 – 33:14
Ana: bueno, hablando de trabajar, tú, ahora último, publicaste un reporte sobre el cambio climático, hay mucha gente dice “ay mentira, es un invento de la sociedad” tantas cosas que se tejen alrededor, pero sabemos que existe, realmente está pasando un cambio climático, así que me gustaría que me cuentes un cachito nada más, de lo que has publicado ahora, este junio.
Sandra: Sí, yo he sido coautora con otras más o menos 50 personas de un reporte, del 1er reporte de consejo al Gobierno neozelandés de la Comisión de Cambio Climático, entonces lo que este reporte dice es cuanto podemos emitir de gases de efecto invernadero en Nueva Zelanda, no todo el mundo, solo para Nueva Zelanda hasta que acabe el 2035 más o menos, para estar en un camino, una trayectoria que nos permita que en el 2050 la suma sea 0. La suma de gases emitidos, menos los capturados sea 0 al llegar al 2050, esa trayectoria, le damos un número, “Nueva Zelanda puedes emitir tanto, nada más y en 3 diferentes periodos de cada 5 años” más o menos. Eso es una parte del consejo, luego vamos sector por sector explicando cómo se puede reducir las emisiones y en el sector forestal, cómo puedes capturarlo y cuántas hectáreas más o menos necesitas. Luego tenemos otra parte, en la tercera parte del consejo, ahí si no participé fue una persona en especial, eso de decir cuánto se compromete Nueva Zelanda en el marco internacional, entonces es sobre ¿cuáles son las emisiones domésticas? Y cuáles cuáles son del compromiso internacional. En las domésticas, cómo puedes hacer sector por sector, por ejemplo, en el sector transporte, uso de transporte público, mayor uso de transporte público, medidas de transporte activo, o sea, caminar más, hacer que caminar sea más fácil para diferentes personas; por ejemplo, cómo reducir emisiones en el sector agricultura, por ejemplo, vimos diferentes técnicas, algunas son reducir el número de vacas, el número de ovejas, que acá tienen muchísimas, tienen más ovejas que personas, pero también tecnologías diferentes que se pudieran usar, hay grupos que ya están haciendo, no son experimentos, en el tema de genética, creando nuevas variedades, crean ganado que tiene menos metano, que genera menos metano, cosas así, cada sector tiene un área diferente, tiene de opciones, sugerimos que se incremente el uso de la electricidad, porque acá la gran mayoría de la electricidad producida de forma hidroeléctrica, como en Perú, entonces en general es más limpia. Y bueno, muchísimas opciones, y eso es lo que tiene ahorita, es como lo último que hemos presentado y en base a eso el Gobierno tiene que decidir cuál es el plan en base a la dirección que le hemos dado, o sea, le hemos dado grandes trazos de dirección, le hemos dado un menú de tecnologías y de acciones y ahora el Gobierno tiene que detallar cuál es el plan. Y bueno, está en eso, el borrador de su plan sale a finales de septiembre a consulta pública, acá todo se consulta, es un proceso más largo porque consulta pública.
Ana: Ah, pero bacán, consulta pública, porque el pueblo también tiene que poder decidir sobre su futuro.
Pregunta 09 – 37:34
Ana: Y bueno, hablando, justamente, pues cuando tú me escribiste, hablabas y hablamos del síndrome del impostor que para bien o para mal, suele ser más común en mujeres que en hombres, uno no ve a los hombres dudando de lo que ha logrado. Y claro, y en el audio que me enviaste cuando conversamos, también me contabas que había momentos en donde hacías tantas cosas al mismo tiempo que se te acaba la batería, porque pasa en ese proceso de nosotras querer probar que no sufrimos del síndrome del impostor, hacemos 59 cosas al mismo tiempo y nos agotamos, entonces llega una donde dice “ya no me da más” En tu experiencia ¿cómo podemos manejar eso?
Sandra: Sí, yo antes de trabajar en la comisión, cuando estaba haciendo el trabajo de los Maorí, mi trabajo era bien, bien complejo, tenía que hacer como el trabajo de 3 diferentes personas porque tenía que hacer mi investigación, levantar fondos, relaciones públicas. también al final, casi el último año tenía que manejar personal y todo tenía que hacerlo bien, ser competente en todas estas áreas, pero poco a poco me di cuenta de que estaba poniendo más de lo que tenía en sí, de tiempo, de energía, de emoción en lo que hacía. O sea, yo quería darle, pues el 200% y no se puede. O sea, simplemente la conclusión fue cuando me mudé de trabajo, que no es sostenible ese ritmo, a veces es bueno, porque es como un deadline, una fecha límite y te empuja, todo eso y justo, justo mi última cosa, la última cosa que yo hice antes de salir de este trabajo fue organizar una conferencia internacional regional de Australia Nueva Zelanda y las Islas Pacíficas, pero me dejó casi muerta por 2 semanas y ya estaba cansada físicamente, emocionalmente, mentalmente y ahí me hice la promesa de no volver a estar así, nunca más, porque me había sentido tan, pero tan cansado, pero no hay forma y la única forma en realidad es decir que no, yo pude haber dicho no, no voy a hacer esto, si es que tú no me das más recursos, si es que no me pones a una persona que me ayude o si es que no hay sistemas que me ayuden, no, pero no, yo tenía que hacerlo absolutamente todo porque no había recursos, entonces como que una un tema es priorizar lo más importante, qué realmente va a ser una diferencia en tu vida y lo otro, es decir “No”. La primera es decir “No” y sentirte bien con el decir no y más bien pensar que cuando dices no le estás dando más tiempo y más focus, más enfoque a lo que realmente es importante. Pero claro, a mí me costó esa lección bastante.
Ana: Cuesta decir que no, porque pienso yo, estoy tirando el comentario, esto no ha sido pre conversado, que creo que si uno dice “no” le dice a la gente “no puedo, no soy tan capaz como la gente cree que soy” y entramos en ese círculo otra vez del síndrome del impostor, porque si digo que “no” entonces no soy tan buena como la gente cree que soy o no soy tan buena como yo creo que soy, porque ya no puedo manejar esta carga, entonces, seguimos diciendo que sí, ¿puedes ayudarme a esta cosa? ¿Puedes asumir responsabilidades? y al final del día te das cuenta… Me acuerdo que una vez hice un calendario por hora, las horas de la semana que le daba a voluntariados, a apoyar a ese proyecto, a mi propio proyecto, a la tesis, a la chamba y dije chiflas, mi semana laboral de 40 horas tiene como 200 horas ¿En qué momento? ¿En qué momento vivo? ¿En qué momento hago mis cosas? ¿En qué momento me tiró al sofá a ver televisión?.
Sandra: Exacto ¿dónde está tu momento donde no haces nada? Ver videos de gatos en YouTube ¿dónde está ese momento?.
Ana: Porque vivimos como mujeres probándole a la gente que necesitamos hacer más cosas, y lo que hemos hecho a veces no es suficiente, según nosotras, en nuestro concepto
Sandra: Exacto, entonces por ahí vienen 2 cosas, el síndrome del impostor y eso de querer hacerlo todo y hacerlo todo bien y bueno, entonces ahora cumpliendo los 40 en este último trabajo entonces yo digo “pues no, no tiene que ser así” y ahora estoy mucho más tranquila con mi vida, dije no, o sea, yo escojo, tengo otro jefe también, con otras perspectivas, y él me dice “No, tu familia es primero, tu hogar es primero, si no puedes hacer esto avisas, o sea, o si este tema te interesa más, pues ponle más punche a ese tema” entonces es una cosa de negociación, porque a veces como que “Ay, no, pero este tema me interesa más que lo que tengo que hacer” entonces hay límites, ponerse límites, pero siempre, claro, obviamente siempre dando lo mejor, pero no des más para tu trabajo porque es un trabajo. Al final, si te pasa algo, pues quien está es tu familia, no está la gente de tu trabajo. Entonces yo pienso que está muy relacionado el síndrome impostor y también tener un balance, hay la otra cosa que me acabo de acordar que en el del curso este de liderazgo y la Antártica y todo nos enseñaron un método de planeamiento que a mí me gustó mucho y era que ponías tus 3 áreas de vida y las que tú creas conveniente no, pero en general era tu área personal, tu área familiar y tu área laboral. Y esas 3 áreas tenemos que poner prioridades ¿Cuáles eran tus tops de las primeras 3? En esas diferentes áreas de tu vida y a mí la primera vez que hice ejercicio me costó tanto, pero tanto, poner tema personal y familiar, y ahí me di cuenta que era pues una workaholics total, porque en el trabajo yo tenía todo y no todo era trabajo, trabajo y dije “Uy, Dios mío, qué vergüenza” entonces de ahí empecé a hacer más estricta con el tiempo que pasaba con mi esposo, fines de semana no trabajo y así, no sabes ahora soy súper estricta, yo cierro la oficina, porque trabajo desde casa, cierro la oficina, 5:30 pm más o menos y no la veo hasta el día siguiente. Y cierro el viernes a las 5:30 pm y no la veo hasta el lunes 9:30 am de la mañana.
Ana: Es que es útil, es necesario, sobre todo los que trabajamos desde casa, dibujar una línea, fortalecer esa línea entre tu vida personal, familiar y la vida laboral, porque antes por lo menos era cuando tenías que ir físicamente una oficina, eso te ayudaba a diferenciar la situación, pero desde casa, todos en el mismo espacio, todo está en el mismo lugar. Tienes que cerrar con llave, con candado y poner 2 boxers afuera para que no dejen entrar a la oficina.
Sandra: Claro, si entras el fin de semana que sea para limpiar.
Ana: Una limpieza al escritorio, me parece excelente. Sandra, muchísimas gracias por estar conmigo aquí en Granadilla Podcasts, me ha encantado escuchar tu historia y te agradezco por haber aceptado no ser mi invitada número 30 en Granadilla Podcasts, peruanas rompiéndola en el extranjero.
Sandra: Muchas gracias y, bueno, también me he divertido, qué pena que no funcionó el video, pero bueno, en fin.
Ana: Así es, así es, muchísimas gracias. Sandra te mando un fuerte abrazo.
Sandra es mi peruana número 30 rompiéndola en el extranjero, y no saben lo feliz y orgullosa que estoy con ella y de todas las peruanas con quienes conversé y tengo pendiente conversar. Gracias a ti por escucharme y acompañarme en este proyecto. Vamos por más peruanas en el mundo.