Episodio 01

Diana Pretto

Estados Unidos

Ubicación

En este episodio conversamos con Diana Pretto quien hoy vive en Texas, Estados Unidos.

Nació en Lima en 1987. Hija de una profesora de religión y catecismo con un contador y abogado del Banco de la Nación. Como dato curioso, al mismo tiempo que su papá estudiaba derecho, ella también lo hacía. Tiene 2 hijos, Maja de diecisiete años y Amaru de siete. Hoy vive con su esposo en San Antonio, Texas, y entre sus múltiples responsabilidades está: ser mamá, ser estudiante, abogada a medio tiempo para Perú, notaria en Texas y coconductora del podcast Las Tías Random.  Hoy conversamos con Diana Pretto.

Canciones de fondo: Fresh de Kool & the Gang / God And Country Music de George Strait / Carrying Your Love With Me de George Strait / How Deep Is Your Love de Bee Gees /People Are Crazy de Billy Currington

Ana: Hola, Diana ¿cómo estás?

Diana: Hola, Analú. Gracias por poner esa canción que me pone de muy buen humor.

Ana: Sí, justamente quería preguntarte sobre eso, porque cuando llenaste el formulario para estar aquí en el programa, no la incluiste, pero luego me dijiste que querías ponerla, entonces me gustaría saber ¿cuál es la historia? antes de comenzar con toda la conversación.

Diana: A ver, bueno, la historia con esa canción es… Primero me encanta la música en general, pero me gusta más la música de los setentas, de los ochentas. Esa es la música que me pone de buen humor y también, ha sido la música con la que digamos. He crecido por mi mamá, mi papá, mis tías, entonces me remonta a esa época cuando yo era chibola, pero esta canción de Kool & the Gang es… No sé desde que comienza me dar. Es como que…ya mi cuerpo fluye solo con la canción, así que cada vez que la escucho, no hay como un motivo en especial. O sea, primero que me remonta a esa época. Y luego ya me da ganas de bailar. Me encanta. Después también cuando llegué aquí a Texas, tenía unos amigos que en realidad son muy buenos amigos aquí y pusieron esta canción así random. Bueno, salió random en su casa y yo me puse a bailar, como a moverme un poco y empecé a cantar y con estos amigos, pues empezaron a cantar también. Pucha creo que ya es como que… ya le añado más memorias a esa canción entonces, por eso me encanta ahorita es la canción que mucho, mucho, mucho más me encanta, y definitivamente cada que la escucho me pone de buen humor o cuando estoy de buen humor la pongo y ya inmediatamente la gente que me conoce así tan cerca, tan cerca sabe: “Ah, ya. Diana está de buen humor, porque ha puesto esa canción”.

Ana: Es tu detector. Detector de felicidad, entonces.

Diana: Sí, sí.

Ana: Oye, pero qué bueno. Todos merecemos tener una canción que sea un detector de felicidad, no. Que digas ah esta canción es como que, no, está…

Diana: “Ahorita le tengo que pedir plata, porque está contenta”.

Ana: Este es el momento, vengan, vengan, a Diana, está, está…

Diana: Una consulta.

Ana: Está solidaria, está dadivosa, una consulta legal también, una consulta legal también pueden ponerle esa canción para ponerla amable también. Qué interesante. Bueno, qué chévere que tengas una canción que te identifique tu momento feliz. Y hablando de felicidad, está relacionado con el amor, que a todos nos hace muy felices también. Quisiera comenzar preguntándote ¿cómo es que conociste a tu esposo? porque esa es la razón por la que estás ahora en Texas. Entonces empecemos con un poco de amor este episodio.

Diana: Ok, a ver. Yo juego rugby desde el 2011, sí desde el 2011 más o menos y él también juega el mismo deporte pero él jugaba. Bueno, él es de aquí de Estados Unidos y su trabajo lo llevaba a viajar mucho y en una de esas lo llevó a Perú y el entró a jugar al club donde yo jugaba a que era el Markham o el Markhamian. Old Markhamians, perdón, pero yo ahí en ese tiempo no jugaba ahí, yo jugaba… ah eso fue en el 2006. Entonces, luego, yo entro para el 2011 a la de Lima y luego como la de Lima quedaba súper lejos, me voy al Markham porque en el Markham entrenaba mucho más cerca y además tenía un amigo ahí, entonces para esto este amigo tiene muchos años más jugando rugby y él ya lo conocía a mi esposo y por ahí nos hicimos, nos conocimos. Ahí mucho gusto que no se qué, pero ya cuando después mi esposo regresó en el año, cuando nos conocimos fue el año 2015, él era el entrenador del Markham. No era digamos, un jugador y todo era el respeto pues de jugador-entrenador, nada más. Pero luego ya nos fuimos conociendo un poco más. Él regresó a Estados Unidos, acabó su trabajo en Perú, regresó y seguimos conversando. Seguimos conversando y bueno de ahí, obviamente ya nos habíamos dado cuenta que había, había habido un click, en Lima y se fue consolidando más porque comenzamos obviamente hablando de rugby y luego Perú, política que son muchas cosas que tenemos en común y de ahí ya pues simplemente había que chapar, pues. Para cerrar el contrato.

Ana: Bien sensual este episodio. Esta parte del episodio. Ok.

Diana: Me enamoró, me enamoró.

Ana: Te enamoró. Conclusión te enamoró y  por eso decidiste entonces mudarte con él a Texas, entiendo yo.

Diana: Ah, o sea nos casamos en el año 2017. Yo venía aquí por el trabajo que él tenía y yo también tenía. Hicimos algunas conexiones profesionales, vamos a decirlo así entonces yo tuve la oportunidad de venir aquí, a hacer un par de cursos chiquititos, con la visa que yo tenía, que era de turista y bueno, digamos como te digo ahí nos terminamos ya de enamorar, obviamente que ya, ya estábamos de enamorados. Me gustó. Nunca había pensado venir a Estados Unidos, la verdad, no era, no tenía ni visa en ese tiempo y bueno coincidimos en que él, no sé o sea todo fue como, como Tetris. Perfecto. Así que encajó y decidí, obviamente, dejar. Porque tengo mis hijos, tenía que tomar una decisión bien difícil, que era o venir con ellos o no venir con ellos, pero bueno, se dio la oportunidad después todas las conversaciones que yo puede tener con el papá de mis hijos, se dio la oportunidad de que yo venga con mi hija, y mi hijito se quede con su papá, entonces ya pues ahí fue donde dije: “Ok, me voy para allá”. De todas maneras, era un cambio. Un cambio que obviamente si uno trabaja duro y se esfuerza puede ser para mejor porque emigrar no es para todos, así que así fue.

Pregunta 2: 7:50 min

Ana: Es muy cierto lo que dices. Emigrar es una decisión muy difícil, muy importante y es justamente la razón de este podcast de las peruanas que tomamos la decisión de emigrar por diferentes motivos. Sea por amor, por estudios, por trabajo, por explorar, no es cierto y terminamos quedándonos, uno no planeaba de pronto quedarse, y la ves a una haciendo sus trámites de residencia, “Firme aquí, firme aquí, huella digital” y tú: “Ya ok gracias por la residencia, aquí estoy”. Y hablando justamente que te mudaste con tu hija la mayor a Estados Unidos ¿cómo crees que tu rol de mamá de pronto ha cambiado? ¿Cómo es el rol de mamá en Estados Unidos?. Yo vivo en Israel y a veces veo mamás que actúan de una manera y yo digo mi mamá jamás haría eso, o mi mamá sí lo haría, entonces ¿cómo ha sido ese cambio de la mamá latina en un ambiente americano?

Respuesta: 8:09 min

Diana: Te puedo decir que no ha cambiado mucho. Gracias a Dios mi hija es una buena niña. Bueno, ahorita como todo adolescente así medio flojon, “Ay, no”, pero no me da mayor problema que estar atrás que haga sus tareas o que se acuerde de hacer cosas, no tengo que lidiar con los problemas, pues de “adolescente con problemas”, por decirlo de alguna manera. O sea no se quiere escapar, obviamente. La pandemia, mal que bien ayuda un poco porque no pueden estar saliendo, no pueden estar juntándose, pero entiendo que también han afectado obviamente el tema psicológico, pero realmente no, por la socialización lo digo, todos necesitamos socializar, pero no ha cambiado mucho, más que en Lima ella podía salir, podía ir caminando a la casa de una amiga, podía irse caminando al parque, al cine, que estaba súper cerca a mi casa pero acá no hay eso pues, entonces más que nada, mi hija se ha dedicado a lo que le gusta a ella que es dibujar y al colegio y yo tengo que estar atrás de ella con el tema de las labores de la casa, pero o sea, no me causa gran problema de repente hasta yo misma a veces me hago, no, pero realmente debo reconocer que mi hija es una buena hija, entonces no considero que haya cambiado mucho hasta el momento.

Ana: Pero qué bacán que no haya habido de pronto como tú dices por la pandemia todo un choque cultural tan fuerte en torno a la maternidad no, pero hablando justamente esos choques culturales, ¿qué es lo que de pronto extrañas más de Perú?  Porque hay cosas que una extraña y hay cosas que una dice: “Ay por fin ya no estoy en esa situación”, entonces hay un entre los que extrañas y lo que ya no tengo que lidiar con esos temas, pero me gustaría escuchar un poco cómo han sido los cambios, de lo que hacías de pronto en Perú y ahora no puedes hacer en Estados Unidos o de lo que no hacías en Perú y ahora sí puedes hacer allá.

Diana: Lo que extraño de Lima – porque yo vivía en Lima – es la cercanía para ir a comprar cualquier cosa, el supermercado, el parque, ir a la playa, podía ir caminando, aquí tengo la playa a tres horas y media manejando o sea es lejos, ni siquiera cuando estuve viviendo en California porque estuve ahí por unos seis meses. A pesar de que mi balcón veía la playa era como dos horas manejando – perdón, caminando – manejando llegaba en treinta o cuarenta minutos. Entonces creo que extraño la cercanía, aparte. Por supuesto extrañar a mi hijo y a mi familia cercana, que es lo que más extraño, el tema de la cercanía de las cosas; no extraño el tráfico, para nada porque cuando estuve en Lima la última vez que fue hace poco, realmente me olvidé hasta de mi cabeza.  O sea, en este año y medio casi 2 años que llevó aquí en Estado Unidos, se había borrado por completo el tráfico, los baches, o sea todo eso de ahí, es lo que no extrañó, pero sí extraño que haya pues en el semáforo “Quiero comprar una agüita por favor,  una agüita”  .

Ana: Cierto, claro porque pasan siempre los vendedores entre las calles, entre los carros.  Entonces, acá hago mi mercado, mi galletita, mi juguito para el camino.

Diana: Chicle, por favor. No eso no hay acá.

Ana: Chaplin

Diana: Mi Chaplin, Hortelas, extraño… entonces esas cositas que podías comprar, extraño. Obviamente, con el Covid dudaría en comprar ahorita, pero bueno, esa es la tranquilidad o la facilidad de tener algunas cosas a la mano. Es creo que lo que más extraño no, no necesitas carro en Lima, aquí sí necesitas carro, sobre todo en Texas.

Ana: Y de pronto algo cultural, has tenido un choque cultural, algo que digas: “Ah ya, pero así se hacían las cosas y ahora no, ahora no se hacen las cosas así”.

Diana: Ay pucha, pero esto es más una malcriadez mía, es una mala educación mía que cuando a veces, uno tiene mucha confianza con sus amigos y de repente ahora me vas a decir “No Diana, no tanta” que… Por ejemplo, yo estaba en una reunión y agarraba mi tequeño y lo metía en el guacamole o lo que sea en la salsa, me lo metí en la boca y lo luego lo volteaba, porque obviamente tampoco voy a poner lo que he masticado y agarraba otra vez, está limpio y acá era. Una vez me dijeron: “Diana, don’t double dip” y yo qué cosa es eso y me dice: “No vuelvas a meter tus nachos, lo que sea” y yo pero si estoy poniendo la parte limpia, me decían: “No, eso es mala educación”. Y yo: “Ah y esto en Perú no, a mí nadie me dijo nada”.

Ana: Sí, es que es normal, igual con el wantan. Le echas un poquito del esto y lo vuelves a echar, no es nada del otro mundo.

Diana: Exacto.

Ana: Qué interesante. Nunca había escuchado esa diferencia cultural, esa es nueva.

Diana: Sí y no es, o sea me lo dijeron una vez, pero luego yo en algunos restaurantes donde he ido o bares, por ejemplo que te dan comida de bar, “Acá está”, y él de la mesa dice: “Don’t doublé dip”, o sea, como que a los que estamos en la mesa, claro que somos cuatro o seis por el tema del Covid,  no se puede hacer tantas reuniones grandes, no, pero siempre hay como eso de que te dicen, o sea, o le dicen al grupo, pero esa vez me dijeron a mí sola y yo “Ahh”

Ana: Fue directo.

Diana: El otro choque cultural, y el otro choque cultural fue, va a sonar feo también, estaba en el carro yo con mi celular así, mirándolo en un semáforo y luego me di cuenta que la ventana estaba abierta y me asusté feo, porque el Lima tú no haces eso.

Ana: Me ha pasado, me ha pasado.

Diana: Tú no tienes el celular con la ventana abierta. Es un choque cultural malo porque realmente no deberías tener miedo de estar con tu celular y tu ventana abierta.

Ana: Sí, te entiendo la vez pasada yo estaba paseando la cachorra y yo voy con mi carterita porque pongo la bolsita para recoger su vaina, sus galletitas, todo y estaba el celular en la cartera, y la cartera estaba abierta y se me acercaron como diez…ocho chibolos entre doce y quince años a ver a la cachorra, que “ay qué bonita” y que juegan y todo. Y  yo “sí, ay qué lindo jueguen con ella”, cuando en eso en mi mente: “mi cartera está abierta” y los chibolos se fueron, yo “Ahhhhhh” y a revisar mi cartera. Literal, a contar que todas sus galletitas estén, y que esté el celular, la billetera, las llaves de la casa y yo “qué fea costumbre” y claro después le conté a mi esposo y mi esposo “Eso no va a pasar acá”; puede pasar en una zona turística que pasa en todo el mundo que te hacen pickpocketing y ya, eso es normal, pero no en la ciudad, no cuando estás en tu barrio yendo a la tienda, y yo pues “Lo siento”, le digo es la costumbre, la costumbre de…

Diana: Ni en Miraflores. En Miraflores yo podía caminar en Larco hablando por teléfono normal, o sea sin problemas, en Larcomar igual, pero aún así, con cuidado…

Ana: Estabas atenta, estabas ahí, a la defensiva.

Diana: Exacto

Ana: Sí de hecho, es una mala, mal choque cultural, pero es una realidad también. O sea, pasamos de vivir siempre alertas de todo a de pronto estar más relajadas ¿Un poquito, no? Como que ya no tienes que estar tan, tan a la alerta. Pero bueno, son las cosas que nos tocan vivir cuando emigramos. Y bueno cambiemos un poco de tema y cuéntame un poquito – que en algún momento lo compartiste en un grupo en que estamos en común las dos – ahora tienes tu permiso para ser notaría, ¿cómo funciona ese proceso?, ¿cuán fácil o difícil fue?

Diana: Bueno, no es fácil, pero tampoco es difícil. Lo que yo hice fue postular a través de… porque los notarios son por Estado también, o sea no sirve para todo Estados Unidos. Entonces, una compañera de la universidad con la que estudié Introducción a leyes, es un programa de introducción a leyes para luego pasar a la escuela de leyes no. Ella me dijo en una conversación, ella dijo yo trabajo de esto y soy notaría para tener un ingreso extra y yo le dije “¿Cómo es eso?”  porque para mí, notario en Lima o de Perú es completamente distinto a lo que es aquí entonces y me dice puedes hacer legalización de documentos privados, de empresas, todo lo que es privado, lo puedes hacer tú como si fueras un notario público en Lima sólo que en Lima pues el notario público eleva hasta Registros Públicos, es un poquito más formal no, más grande; y tienes que inscribirte, pero tienes que pasar el… hay un Background Check que te hacen,  y yo:  “Ah bueno, pucha, pero yo tampoco no es que tenga el gran background, porque tampoco no es que,  no he llegado hace mucho…”. Y me dijo: “Bueno, inténtalo ¿no?”, y yo dije “¿Por qué no?”. Entonces entré a la página que me mandó que es una página digamos del estado pero del estado de Texas, no de Estados Unidos y puse… tuve que poner mis datos,  mi seguro social y te hacen leer un PDF gigante donde tú tienes que saber pues todos los requisitos, que comprendes muy bien toda la información, los deberes del notario, etcétera y tienes que poner tu número de seguro social y todo tal cual como aparece en tu identificación para que ellos te den el Background Check. Entonces, yo postulé, tenías que pagar también y resulta que como yo, bueno, a mi esposo al haber sido militar y digamos el trabajo que él tenía, le da un nivel de seguridad o algo así, le dicen clearance le dicen aquí en Estados Unidos, nivel alto, entonces yo, cuando yo también tuve que sacar la visa y sacar bueno la visa de residente, no la visa de turista, la visa de residente y todos estos papeles que vas sacando también me hacen un Background Check a mí porque si no,  no te aceptan pues no, pero el mío digamos que por mi esposo, yo también tengo acceso a algunos beneficios del gobierno, incluidos un nivel de Clearance un poquito más de confianza, por el trabajo que ha tenido mi marido. Y entonces yo postulé y dije “Bueno, esto cuánto irá a demorar no, se irá demorar…”, pues, mi amiga me dijo que era como tres meses por ahí no, lo que demoran. En dos semanas me habían aprobado, entonces yo me quedé: “¡Qué, tan rápido!” y cuando le comenté a mi amiga me dijo: “¡Qué!” Ahí me dijo yo me he demorado tres meses me dice, porque ella me dijo que se demoraba un tiempo y me dice: “Debe ser por el tema del trabajo que ha tenido tu esposo, pero bacán porque te conviene” ya, entonces me dijeron que todo estaba aprobado, tenía que hacer un checklist de toda esa lectura que te digo que había tenido que leer, aunque al final tú puedes simplemente hacer scroll, scroll, scroll y aceptar, y ya, pero yo sí lo había leído, no sabía que podía hacerlo, que podía hacer scroll, lo leí y eran como unas preguntas bien generales, pero si has leído el papel las sabes y ya, te dicen: “OK, correcto todo lo que has llenado tu paquete te va estar llegando en x cantidad de días” y me mandaron mi sello, me mandaron mi certificado de notario y bueno algunos datos ahí que indica por qué es qué he sido aprobada y que también cómo tengo que mantener mi conducta digamos no, para que yo pueda seguir siendo notaría, porque hay que mantenerse bien a la regla de todas maneras.

Ana: Ah, pero mira, qué interesante porque no fue tan complicado, pero tampoco es súper fácil, pero se puede manejar si pones un poco de esfuerzo, si le metes ganas, si sigues los procedimientos y aparte de ser notaria, tú también estás estudiando, o sea tienes una vida, una agenda muy apretada, me gustaría saber cómo es que manejas podcast, ser mamá, ser esposa, ser estudiante porque también estás estudiando entiendo yo, ser abogada en Perú, ser notaria, ¿cómo funciona tu dinámica del día a día?

Diana: Sin agenda, que ya me di cuenta de que está muy mal ya, que debería tener una agenda. Bueno, la verdad que aquí me he venido a dar cuenta que una agenda es muy importante sobre todo cuando estás haciendo muchas cosas, entonces trato de manejar. Mi vida prácticamente comienza, a las cinco de la mañana y a preparar desayuno, a tener la lonchera lista para mi esposo, que se vaya a trabajar, luego ya hacer algunas cosas de la casa antes de que mi hija comience bueno ahora mi hija, ella está yendo físicamente al colegio, pero hasta la semana pasada ella estaba yendo de manera virtual, entonces no puedo hacer mucha bulla cuando ella esté en clases y que todo lo tenía que hacer entre ese gap de tiempo para… en lo que ella se metía a la computadora, no? Luego mis clases, toda mi temporada de estudio – porque por el Covid ya no es que sea todo online sino allá hay cosas que también te dejan a que tú misma lo hagas – y entonces son de jueves a sábado y los sábados sí es clase todo el día de todas maneras todos, prácticamente todos los cursos, te los reparten todo el día y el jueves y viernes es sólo learning, pero tienes a los profesores que están conectados para que tú les hagas preguntas y ellos están ahí de todas maneras, es un poco de, he tenido que ver del jueves al sábado es estudio, el podcast obviamente he tenido que dejarlo no completamente de lado, pero sí ya mi prioridad es estudiar y mi casa, el podcast tratamos con Katty de poder tener un tiempo justo para las dos, porque como somos las dos que tenemos que coincidir. Entonces, también es un poquito más difícil, estos últimos dos meses hemos tenido colaboraciones, yo estando en Perú también como ahí todavía ha sido con mayor razón, he tenido que digamos organizar también más, pero bueno, no es tan fácil. Pero pucha la organización y escribir todo a mano esa es la clave porque te acuerdas, si lo escribo a mano, mi cabeza se va acordar, si lo escribo en el celular para mí no funciona, así le ponga una alarma digo “Ah tenía que hacer esto”  así, ya estoy en otra completamente.

Ana: Interesante ese dato, está bueno para las que nos escucha. Está muy bueno para apuntar las cosas y realizarte es importante para no perder de vista el rumbo adonde estás yendo, de los objetivos que tengas  y también adaptarte a la nueva cultura, a la nueva sociedad donde estás. Y bueno toda esta preparación que estás teniendo como abogada, como estudiante, como notaria, el podcast y diferentes actividades que tienes, entiendo yo que te están preparando porque tú tienes otros objetivos para mañana más tarde de pronto volver al Perú. Entonces qué es lo que, cuáles son tus oscuros planes al volver al Perú.

Diana: Bueno, desde que era muy niña, si lo recuerdo desde que tengo ocho años siempre he querido ser presidenta del Perú, obviamente la situaciones durante los últimos treinta años han cambiado muchísimo, muchísimo en el Perú hemos tenido demasiados gobernantes o políticos en realidad que han sido vivos, es como bipolar todo, todo es bipolar ahí, entonces siempre he tenido este sueño y obviamente el gobierno, los gobiernos que hemos venido teniendo, no me lo han quitado más bien me lo han reforzado.  Al principio cuando quedé embarazada de mi primera hija yo pensé que “Ok, seré congresista, quizás no pueda ser presidenta”, bajé un poco, me baje la valla yo solita. Y luego… pucha no sé, ya vas aprendiendo, ingresé a la universidad estudié Derecho y Ciencias Políticas en Lima y entonces como que te vuelve, vuelves a tener esa, no sé como esa chispa que se había apagado, quizá cuando yo pensé que quedé embarazada tan joven, quedé embarazada a los 16 años, tú dices: “Pucha, todos mis sueños se truncaron” qué sé yo, pero tuve un papá que toda la vida me apoyo, entonces creo que eso hizo que al final si es que yo solita pensé que me estaba poniendo este límite: “Ya no seré presidente pero quiero ser congresista, aunque sea”,  esto se fue cuando ingresé a la universidad y empecé otra vez a agarrarle este cariño y pasión a la política, pues no.

Ana: Qué interesante, entonces estamos conversando hoy con la futura presidenta, la primera presidenta del Perú. Yo te apoyo, tienes mi voto, tienes mi voto.

Diana: Sí, pero quiero esperar, quiero esperar a tener, como tú has dicho quiero prepararme educativamente, profesionalmente también y también quiero mantener mi récord policial y judicial limpio, ¿no? Entonces cuando tenga una buena experiencia, madurez también mental por supuesto, a los cuarenta y cinco, cincuenta años yo creo que es el momento donde yo voy a estar realmente preparada para postular a la presidencia del Perú.

Ana: Exacto y justo hablando eso de la madurez, yo creo que cuando uno emigra, de pronto madura un poquito más rápido. O sea ciertas cosas se aceleran un poco más y me gustaría concentrarnos un poco en eso, ¿qué ha sido lo bueno y lo malo de este emigrar?, ¿qué es lo negativo? De pronto lo que… porque hablamos de extrañar, pero lo negativo también es que te alejas de… no es cierto, ya no tienes tanta cercanía con ciertas personas con ciertas cosas. Me gustaría que me cuentes un poco tu experiencia porque siempre hay un romanticismo respecto a uno “Ay ella emigró, su vida es hermosa, es Disney porque está a dos horas de Disneylandia, entonces todo es hermoso” y no es así, también hay un lado oscuro del emigrar, de lo difícil que es y que también lo puedas contar tanto a mí y a las que nos puedan estar escuchando que tienen el anhelo de “Ay quiero emigrar” ¿Cuál es lo positivo pero también lo negativo  para tener la figura completa que creo que es importante antes de dar ese paso?

Diana: Lo positivo de emigrar es que se supone que lo haces para algo mejor, entonces si tú tienes en tu cabeza que es para algo mejor, creo que te ayuda bastante a no ver tan feo el salir, si cuando todavía estás en tu país y sales, pero estando  en tu país y dices: “Es para algo mejor”. No lo ves feo. El problema es cuando llegas al otro país ahí estás pensando: “Pucha, extraño mis papás y mi, no sé, mi comida, mi casa”, yo extraño a mi hijo, yo lo extraño un montón, mi hijo tiene siete años, está chiquito, pero al menos yo, personalmente, tengo la tranquilidad, que su papá es un excelente padre, entonces no tengo que estar yo pensando: “Ay con qué clase de personas se queda”. Yo tengo esa bendición de poder tener esa tranquilidad, pero igual lo extraño, igual lo extraño y siento pues que mi corazón todos los días constantemente está partido en dos, cuando estuve allá, yo quería estar con mi esposo también, lo extrañaba un montón, mi hija también, yo preocupada porque ella tiene que estar bien, y ya está trabajando, entonces también eso, estás en dos lados, prácticamente no, pero, cuál es tu hogar. Esa es yo creo lo que ha sido la clave para mí, para mi tranquilidad, porque siempre la tranquilidad emocional también es muy importante y si tú estás tranquilo o una persona está tranquila y tiene hijos, sus hijos, se va a ver reflejado en sus hijos, entonces yo apenas llegué aquí a Estados Unidos a mi esposo, con mi hija, obviamente los primeros días fueron duros porque extrañaba a mi hijo pero sí llegué a la conclusión, no sé cómo, que tengo que hacer, o sea ese duelo, ese duelo de que ya no tienes, ya tu casa o tu hogar ya no es en Perú, ahora es aquí. Tuve que, en una ver como hacía para pasarlo rápido porque uno no se puede detener a llorar en su cama y decir: “Ay extraño de esto, extraño mi Uchucuta, extraño mi ají amarillo”, no puede estar pensando así, pero sí dije: “Este es  mi hogar ahora y tengo que hacerlo mi hogar”, entonces está mi esposo, tengo que hacer este hogar para mi hija también porque yo, o sea hay gente que se muere no tiene hijos, quizás es diferente, no sé, no sé si decir más fácil, pero es sí, te puedo decir que puede ser diferente por el tema de la soledad, quizá no, pero yo dije tengo que hacer este mi hogar porque tiene que ser el hogar para mi hija y tiene que ser el hogar para estar tranquilos. Sea cuando te vas al trabajo o a estudiar, obviamente estamos hablando de pre pandemia, o sea cuando  sales y regresas a tu casa, tu casa tiene que ser tu hogar. El hogar, el lugar donde tú te sientes más protegido, más seguro ¿no? Obviamente, Perú ya no lo puede ser, entonces imagina, si yo tengo esto de ahí, de que mi hogar tiene que ser donde yo estoy más segura y tengo que esperar hasta volver a Perú,  entonces ¿cuánto tiempo voy a estar traumada?. Yo tenía que hacer de Texas o del lugar donde llegaba en ese momento mi hogar para estar tranquila no, eso fue lo que a mí me funcionó.

Ana: Interesante. Buscabas tu hogar, buscar un espacio que sea tuyo y no necesariamente un espacio como que físico que tiene que ser ese cuarto con este color, pero sí un lugar como dices que te sientas tú cómoda, segura y que sientas que vale la pena lo que estás haciendo entonces, que el sacrificio, la distancia. Y de pronto me gustaría ir cerrando un poco este tema no con ¿qué le dirías tú y porque lo llenaste en el formulario y me gustó mucho lo que dijiste, hoy hay muchas niñas, adolescentes, jóvenes que ven el extranjero, algunos como algo inalcanzable, porque es lejos, porque la plata, porque el dinero, las oportunidades y otros lo ven como que eso es lo que yo quiero. Entonces, están en ese vaivén. Eso es lo que yo quiero, pero de pronto no me animo, o eso es lo que yo quiero, pero no sé si voy a poder. Entonces cuál es el mensaje que les dejarías a ellas, que ojalá nos escuchen.

Diana: Bueno, lo que me encantaría decirles, es que sus vidas van a cambiar de todas maneras por completo. Porque cualquier lugar a donde uno vaya, siempre es, primero es el extranjero siempre, la persona que recién llega, siempre va a haber ese cambio cultural, obviamente también lo que vas a mirar, la ciudad, el espacio donde estés siempre va haber un cambio, entonces mientras más rápido tú asumas que vas a vivir esos cambios, es mejor. Estás un poquito más preparado o un poquito más preparada para el cambio, mientras más rápido, como les dije hace un rato también hagas de este nuevo lugar tu hogar, es mejor y cuando me refiero a hacerlo tu hogar, es quererlo, apreciarlo, apreciar las comodidades que tengas por más pocas que sean al comienzo, siempre va a ser difícil comenzar desde cero, siempre es bueno apreciar todo esto, pero también no sólo eso sino también respetar el lugar en dónde estás y también el país donde has llegado. Respetar sus leyes y al final son las leyes que te permiten estar ahí y si pues no todos podemos emigrar a otro país de manera legal, es muy probable que esas leyes de alguna manera te ayuden a quedarte y te ayuden a modificar tu estatus migratorio. Entonces eso también hay que apreciar, hay que seguir las leyes, hay que respetar al país, no estoy diciendo que uno tiene que vivir pues agachando la cabeza, no, pero siempre cuando emigramos es para algo mejor, eso tampoco no tenemos que olvidarlo, es para algo mejor y es para algo mejor para nuestras vidas, pero también para nosotros mismos, entonces valoremos mucho eso y con el tema de las amistades que es algo que obviamente yo dejé en Perú, pero no se quedaron atrás. Creo que cuando uno migra, se da cuenta que esas amistades de verdad, te vas a dar cuenta que están contigo, están contigo por un mensaje de texto: “Oye, ¿cómo estás? ¿Estás bien?”, saludos en navidad, en año nuevo, que no hablas seis meses pero de repente viene el veintiocho de julio o viene el día de la madre y te escribe, o no sé pues, el día del amigo, que inventó Pilsen también, algo, esas cositas, que te hacen sentir que tienes a tus amigos cerca también. Los buenos amigos, las verdaderas amistades van a estar ahí, de  todas maneras, entonces siempre, siempre hay que acordarse que eso es lo que tú dejaste finalmente. Ese es tu esfuerzo, tú fuiste la persona que hizo esas amistades y que sean tan entrañables y que piensen en ti. Entonces siempre es bueno valorar todas esas cosas, tu hogar, tu nuevo hogar, tus amistades, obviamente tu familia y también valorar el lugar donde estás.

Ana: Este ha sido el primer mensaje a la nación de la futura presidente del Perú, pero sí, concuerdo mucho de las cosas que dice Diana aquí, que ser agradecida en dónde estás y claro que es difícil, es difícil. Pero así como Diana hay muchas peruanas que ya están en el extranjero y la están rompiendo, están haciendo cosas, están cumpliendo sueños, avanzando profesionalmente, personalmente, de manera personal y profesional y esa es la idea que entre nosotras podamos inspirarnos y ayudarnos a triunfar, a salir adelante y en el extranjero porque de pronto ya la rompimos en Perú y ahora la podemos romper también en el extranjero y esa es la finalidad también de este podcast. Así que Diana gracias por ser mi primer invitada, por aceptar estar en el primer episodio, por compartir tu experiencia también en Estados Unidos y a todas las que nos escuchan y a los que nos escuchan, muchas gracias también por escuchar este episodio con Diana.